En las calles de Bahía de Caráquez los escombros y los tanques de almacenamiento de agua crean un escenario informal que todos desearían que desaparezca.

Los ladrillos y hierros podrían desaparecer en unas semanas, pero que los tanques se guarden en forma definitiva debe esperar.

Con el terremoto del pasado 16 de abril, en al menos unos 70 tramos, quedó afectada la tubería que transporta el agua a varios domicilios. De ahí que en el Municipio se reconozca que solo se entrega un 40% de agua de lo que se dotaba antes del sismo de magnitud 7,8, es decir, ahora se distribuyen diariamente unos 15 mil metros cúbicos.

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Milena Molina, habitante del sector Bellavista, dijo sentirse sorprendida porque un tanquero llegó con el líquido hasta uno de los refugios instalados en este sector y que albergan a 70 de las 132 familias, cuyas casas tuvieron severos problemas luego del movimiento telúrico.

Ya había perdido la fecha de la última vez que había pasado el tanquero del Municipio. “Debemos conseguir el agua de otros tanqueros como los de los militares”, reclamó Molina mientras lavaba ropa.

Miriam Farías, coordinadora de un refugio del sector Bellavista, señaló que pese a que se coordinaba que tanqueros fueran a la parte alta donde no alcanza la poca dotación de agua por tubería, estos no llegaban.

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“Nos dejaban anotados en una carpeta. Allá (en Municipio de Sucre) constaban como que estaban despachando el agua, pero acá no llegaban y aquí tenemos 3 cisternas, pero cuando llegaba agua solo ponían a una”, relató Farías.

El viernes pasado, en la ciudadela María Auxiliadora ya eran cuatro días que los tanqueros no los visitaban. Ahí, María Robins agradecía a las personas solidarias que les llevaron agua en bidones o galones, pues ese envase ha servido en reiteradas ocasiones para llenarlo del agua que les facilitan cuando aparecen los tanqueros.

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Martha, hermana de María, dice que en Bahía de Caráquez hay que esperar la buena voluntad de quien conduzca un tanquero para recibir agua. Su sala está llena de bidones con agua que recicla como si fuera el más grande tesoro. “Aquí estamos al tira y hala, tratando de subsistir...”, se quejó.

En el sector Pedro Fermín Cevallos, las carpas y tanques también copan las calles. Carolina Morales aseguró que si no fuera por los vecinos, ellos padecerían aún más por la carencia de agua.

Simón Santana, director del centro de salud, señaló que no se han presentado problemas sanitarios o brotes de epidemias originadas por daños gastrointestinales, aunque sí reconoció que están apareciendo casos sospechosos de dengue y zika, que están siendo evaluados. Ellos han hecho un seguimiento para que se dé abate, se entregue cloro e informe a las familias que viven en refugio sobre la cantidad del químico que deben emplear. (I)

Obras para mejorar distribución
Daños y reparaciones

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Barrios
Manuel Gilces, alcalde de Sucre, señaló que 8 tanqueros distribuyen agua, pero reconoce que hay sectores donde la situación es complicada como las ciudadelas Fanca, Acuarela y Mangle 2000, en la parroquia urbana Leonidas Plaza, y en varios sectores periféricos de Bahía de Caráquez.

Proyectos
El personero sostuvo que el Comité de Reconstrucción ya le aprobó 3 proyectos y uno de ellos será la construcción de dos tanques de almacenamiento de 2.000 m³; esta obra y la rehabilitación de más de 2 kilómetros de tuberías tendría una duración de 4 meses. Con ello mejoraría la distribución.