Efectivos de seguridad aeroportuarios desalojaron este sábado la torre de control del aeropuerto del norte de Buenos Aires, conocido como Aeroparque Jorge Newbery, en medio de una huelga de controladores aéreos, informó el diario Clarín.

Según el matutino en su página web, el desalojo se produjo por orden judicial determinada por el juez Juan Ercolini.

Según el diario, la terminal para vuelos de cabotaje estaba completamente paralizada en términos de llegadas y salidas en la mañana del sábado. No así el otro gran aeropuerto de la localidad de Ezeiza, destinado a vuelos internacionales.

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Los controladores aéreos empleados en la órbita del Estado iniciaron el viernes una huelga de 48 horas en los aeropuertos de Argentina que generó demoras y cancelaciones de vuelos.

El paro de estos controladores afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se debe fundamentalmente a su traspaso a una empresa en la que pierden beneficios del convenio colectivo, argumentó a la prensa el delegado sindical Marcelo Belelli.

"Estamos en huelga a nivel nacional, nos están llevando a tomar una decisión de vida sin tener ni voz ni voto ya que nos quieren pasar a una empresa privada, perdiendo todos los beneficios que tenemos", afirmó a Radio Mitre Martín Taborda, delegado de los controladores aéreos.

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La medida empezó a las 06:50 locales del viernes (04:30 de Ecuador) y aunque en las primeras horas hubo salidas y llegadas en el Aeroparque de Buenos Aires (doméstico) y el de Ezeiza (internacional), la situación fue empeorando para los pasajeros hacia el mediodía.

Varias líneas aéreas recomendaron a sus clientes que llamaran antes de dirigirse a las terminales para confirmar si sus vuelos seguían programados.

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La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), estatal, indicó en una declaración que el paro "responde únicamente a una puja de poder entre gremios".

ATE dijo que "la huelga de los trabajadores llega en respuesta a la grave situación que atraviesa el sector, con pérdida de la estabilidad laboral y salarial".

La huelga fue declarada en un contexto de fuerte tensión por despidos, una inflación de 40% anual y un aumento de 200% a 2.000% en las tarifas de luz, gas y agua dispuestos por el gobierno del presidente Mauricio Macri, que asumió en diciembre, con el argumento de que estuvieron retrasadas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015), que subsidiaban varios servicios públicos. (I)