Las autoridades francesas enviaron  este viernes camiones privados para recoger los montones de basura apilados en las calles de París y dijeron a los huelguistas del sector público que no permitirán que se interrumpa el campeonato europeo de fútbol Euro 2016.

Los ojos del continente están puestos en Francia, donde se esperan 1,5 millones de visitantes extranjeros para el evento deportivo que dura un mes y al que se sumará al menos otro millón de aficionados franceses.

"Toda la basura se limpiará, desde ahora, hoy", dijo la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, añadiendo que unos 50 camiones fueron desplegados durante la noche y 30 más el viernes por la mañana para eliminar la basura que se acumula en la ciudad durante una huelga de los trabajadores de gestión de residuos. "Obviamente tardarán unos días", agregó.

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La alcaldesa de París promete despejar la basura el viernes ante huelgas por reforma laboral https://t.co/kGNLv8Bacr pic.twitter.com/IDA0nrKQ7H

La alcaldesa de París prometió este viernes despejar de basura todas las calles de la ciudad para el final de la jornada, luego de 12 días de huelgas que han dejado un desorden con mal olor, además de enturbiar más la imagen de Francia justo cuando empieza su labor como anfitriona de la Eurocopa de fútbol.

Señaló que la ciudad ha reclutado decenas de camiones de basura adicionales en los últimos dos días para retirar los desperdicios acumulados, que empiezan a oler especialmente mal ante las altas temperaturas y el tiempo bochornoso. "Toda la basura se recogerá hoy", indicó a la televisora BFM.

El desafío será encontrar un lugar donde dejarla: los trabajadores en huelga bloquean desde hace días la principal planta procesadora que sirve a la ciudad.

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Baptiste Talbot, del sindicato CGT de recolección de basura, describió el anuncio de Hidalgo como "un poco optimista", pero no se opuso a las tareas. "Queremos mantener la presión con la huelga, pero comprendemos las cuestiones sanitarias", dijo a AP.

Medidas

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Los sindicatos seguían decididos a mantener las huelgas en la principal planta de incineración de basura de París, en las líneas de tren que llevaron a los aficionados al primer partido del torneo el viernes, y en los vuelos de Air France a partir del sábado.

Los paros forman parte de las protestas iniciadas hace meses en todo el país, que pretenden forzar al gobierno a renunciar a una reforma laboral que extendería la semana laboral y facilitaría los despidos.

#París despliega camiones de basura privados para paliar huelga durante #Euro2016https://t.co/pkoqCDwsSV pic.twitter.com/KQdMmpxqRr

Preocupado por el daño a la imagen internacional de Francia, el ministro de Transporte Alain Vidalies dijo que los conductores de trenes serían obligados a asegurar el transporte público para los aficionados si es necesario.

Ambos funcionarios hablaron horas antes del partido inaugural del torneo, que iba a mostrar la capacidad del país para celebrar con fluidez un evento deportivo internacional mientras todavía se recupera de los ataques mortales de noviembre en la capital.

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"Si es necesario hacer un requerimiento (...) lo haremos", dijo Vidalies. "No habrá más negociación. Ya no hay motivos para continuar la huelga que no sean políticos", agregó.

El impopular presidente francés François Hollande y su gobierno necesitan que el torneo de fútbol sea un éxito. Francia ya había estado en alerta máxima por posibles actos de violencia extremista en relación con el torneo -el país permanece en un estado de emergencia después de los ataques mortíferos del año pasado- y las huelgas y protestas se han sumado a la tensión que ya enfrentaban las autoridades.

El organizador de la Eurocopa 2016, Jacques Lambert, dijo que los ataques ya han manchado el evento y que hieren especialmente a los aficionados de clase trabajadora, que dependen del transporte público. "La imagen dada no es la que queríamos", dijo a la radioemisora France-Inter.

La disputa se inició por los planes del Gobierno francés para hacer más fácil la contratación y los despidos dentro de una nueva ley laboral, la cual el primer ministro Manuel Valls ha reiterado que no retirará.

El personal público de gestión de residuos que ha estado en huelga durante días ha prometido continuar las protestas la próxima semana y los trabajadores de la empresa estatal de ferrocarriles SNCF estaban en huelga por décimo día el viernes. (I)