Entre pizarras y tablones se han insertado varias cartas que los niños de la Unidad Educativa Henry Dunant les llevaron hace dos semanas. En ellas se refleja el agradecimiento a los bomberos de Portoviejo, que hoy viven en carpas y con una vida casi gitana pidiendo ayuda hasta para poder tener un baño dónde hacer sus necesidades.

“Los verdaderos héroes no tienen superpoderes”, se lee en una de las cartas. Y los bomberos portovejenses también ayudan a levantar el ánimo en medio de vicisitudes, anotando en una pizarra líquida las labores de rescate y a las personas que salvaron con vida de varios edificios colapsados por el terremoto del 16 de abril.

Los recuerdos del antiguo edificio se observan en la nueva casa, que consiste en dos carpas ubicadas al lado del parque Forestal, junto a unas familias residentes en un refugio.

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Dos de esos recuerdos son placas de bronce en las que resaltan agradecimientos a personas que apoyaron a las mejoras de la estructura; en una de ellas se da gratitud al exdiputado Jorge Zambrano García, una de las víctimas del terremoto.

Por el desastre, el edificio del Cuerpo de Bomberos de Portoviejo –ubicado en pleno centro de la ciudad–, quedó endeble y por ello se recomendó deshabitarlo y proceder a demolerlo, algo que se concretará la próxima semana, asegura Jorge González, el jefe del organismo.

William Villavicencio, quien lleva siete años como bombero, se queja de los mosquitos que hay en la nueva sede ubicada en la vía a Crucita. El almuerzo y la merienda, por ahora, les ofrece la iglesia de los Capuchinos.

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Villavicencio rescató a 10 personas de edificios colapsados. Ahora busca cómo alimentarse junto con sus colegas.

Preocupa además la falta de un baño. Con los anaqueles o paredes y puertas que salvaron del antiguo edificio han cercado un espacio en donde se bañan con tachos. Para hacer sus necesidades usan tarrinas, según Lauro Montaño, otro agente bomberil. “Es un poco incómodo, aquí se improvisa…”.

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Sin baños, sin telefonía fija y con inquietudes por conocer dónde y cómo se estructurará el nuevo edificio están los 120 miembros de la entidad, que tiene un presupuesto anual de cerca de $ 2 millones.

González cree que ellos son tan damnificados como los que sufrieron afectaciones por el sismo: “A lo mejor hay damnificados que están en mejores condiciones que nosotros”.

Por ahora se mantendrá en el lugar la parte operativa y la administrativa funcionará en un espacio que la iglesia les concedió momentáneamente en la parroquia Andrés de Vera.

El terreno pertenece al club Rotario de Portoviejo, sostiene González, pero al momento está en comodato a la Prefectura de Manabí. En estos días allí se hace un cerramiento.

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González afirma que ya han pedido ayuda a la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Portoviejo (Epmapap) para adecentar un baño.

Alexander Moreira (PAIS), concejal de Portoviejo, afirma que las competencias del Cuerpo de Bomberos no han sido asumidas, pues falta la aprobación del concejo en segundo debate de la ordenanza.

Si desea apoyar con alimentos y otros recursos a los bomberos portovejenses, contáctase con el comandante de la entidad, Jorge González, al 099-338-4694. (I)

Nos dijeron que hasta el 16 (de junio) hay comida, de ahí ya no nos van a ayudar, pues ya no hay personas que colaboren con ellos (congregación de los Capuchinos, que ahora los apoya).William Villavicencio,bombero