El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió este miércoles que su gobierno "reaccionará con mayor radicalidad" si es finalmente destituida la presidenta brasileña Dilma Rousseff, suspendida temporalmente de su cargo para ser sometida a un juicio político acusada de corrupción.

"De separarse definitivamente a la presidenta democráticamente electa, Dilma Rousseff, de su cargo, al menos Ecuador reaccionará con mayor radicalidad", dijo Correa en un encuentro con la prensa extranjera.

"Lo que está pasando en Brasil es muy grave para Brasil, pero para la democracia en la región es un precedente funesto, agregó.

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En mayo, Quito llamó a consultas a su embajador en Brasil, Horacio Sevilla, y emitió un comunicado en el que apeló a la "plena vigencia y preservación" del orden constitucional en ese país.

"Nosotros hemos tomado algunas medidas y yo creo que Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) reaccionará más radicalmente cuando ya se acabe el debido proceso", expresó Correa, quien opinó que "no hay ninguna acusación en concreto" contra Rousseff.

La mandataria brasileña, acusada de "crimen de responsabilidad" por encubrir déficits presupuestarios, fue separada temporalmente por el Senado el 12 de mayo para ser sometida a un juicio político en el que podría ser destituida.

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"Usted no puede destituir una presidenta democráticamente electa con más de 50 millones de votos y con gran mayoría en el Congreso, en el Senado y más aún con la traición del vicepresidente y su partido", señaló el mandatario ecuatoriano.

Rousseff fue reemplazada de manera interina por el vicepresidente Michel Temer, quien culminará el mandato en caso de que ella sea destituida. (I)