Filadelfia pronto podría convertirse en la primera ciudad importante de Estados Unidos en aplicar un impuesto a las bebidas azucaradas.

El alcalde Jim Kenney propuso un impuesto de 3 centavos la onza sobre bebidas gaseosas o azucaradas, para pagar por centros de cuidado infantil, escuelas comunitarias y mantenimiento de los parques.

El concejo municipal votará el miércoles en torno a la medida. Se estima que los partidos llegarán a un acuerdo intermedio.

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La industria de las bebidas gaseosas se ha opuesto a la medida y ha invertido millones de dólares en anuncios publicitarios para criticarla.

Los opositores del impuesto advierten que perjudicará a los pobres. El alcalde dice que en realidad los pobres serán los más beneficiados.

Filadelfia ha intentado infructuosamente dos veces en la última década aprobar un impuesto a las bebidas azucaradas.

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Nueva York y San Francisco también lo han intentado, sin éxito. La única ciudad de Estados Unidos que tiene ese impuesto es Berkeley, en California. (I)