Michael tiene 3 años y, según su abuela Delis Marín, de 65, desde abril pasado cuando ocurrió el terremoto que azotó Pedernales y más localidades del resto del país, hasta un viento fuerte lo asusta.

“Cuando corre el viento el niño me dice: ‘mami me lleva’, y tengo que agarrarlo fuerte”, recordó Delis. El temor es el común denominador de la mayoría de los niños del cantón del norte de Manabí.

Y las alternativas para contrarrestar el miedo y el estrés que los pequeños están sufriendo por la tragedia parecen pocas. Por ello, la Fundación Telefónica Movistar, en coordinación con el Municipio de Pedernales, puso en marcha el proyecto ProNiño.

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El plan, que se inició desde el 1 de junio, busca adecuar un espacio para contener a los menores de hasta 15 años, según María Augusta Proaño, directora nacional de la fundación.

Y Delis es una de las decenas de adultos que aprueban la iniciativa. “Más que nada por los niños, porque así se distraen un poco y se olvidan por un momento de lo que pasó aquí”.

Y tiene razón. El miércoles, durante la inauguración del proyecto en el sector Divino Niño, más de 200 menores disfrutaron de las ocurrencias de un payaso que en cuestión de minutos sacó sonrisas a los menores como a Elías, de 10 años, quien acudió pese a que el brazo izquierdo estaba enyesado a causa de un accidente.

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El proyecto ProNiño se desarrollará seis meses en Pedernales, al igual que en Portoviejo y Manta. En estos centros cuenta con un consultorio psicológico, donde tratarán a los menores que presenten problemas.

Miguel Aguirre, coordinador de comunicación de la fundación, dijo que tienen personal calificado que ayudará a identificar durante las dinámicas y las actividades qué niños tienen inconvenientes para relacionarse o por el contrario, a aquellos con hiperactividad. (I)