Por el efecto de la remoción de escombros, el personal militar que resguarda la denominada zona cero, la más afectada por el terremoto en Portoviejo, ha tenido ciertas afectaciones en la salud, principalmente afecciones a la nariz y garganta, según Diego Negrete, jefe del Comando Operacional número 4 que hace base en el Fuerte Militar Manabí, en esta ciudad.

Los problemas también se denotan en salpullido y afecciones de la piel en algunos de los militares que custodian las 57 hectáreas que comprenden el casco comercial de la capital manabita y adonde el acceso es completamente restringido, salvo el personal uniformado y los operadores de la maquinaria que remueve escombros y derroca edificios.

“Estamos empleando el equipo necesario: mascarillas, guantes, gafas, pero es necesario, además, dotarles de máscaras especiales (…). Efectivamente, hemos recibido (mascarillas de doble filtro); no obstante, es oportuno que este equipo conforme se lo vaya utilizando se vaya cambiando, pues es de uso personal”, dijo Negrete.

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Gustavo Iturralde, comandante a cargo de la zona cero de Portoviejo, indicó que cada soldado cumple con normas preventivas y establecidas en protocolos de salud. “El mando militar está tomando consideraciones específicas en cuanto al relevo de personal para que existan ciertos periodos de rotación con la finalidad de evitar enfermedades”, declaró Iturralde, quien agregó que los soldados están preparados para este tipo de actividades.

Una semana atrás, en una entrevista con este Diario, el alcalde de Portoviejo, Agustín Casanova, advirtió que ha hecho permanentes pedidos al Ministerio del Ambiente para que mejore los protocolos de seguridad para quienes permanecen en la zona cero, algo que, según él, falló desde un inicio.

“No hubo protocolos iniciales de actuación (…). Incluso ahora en el área de la zona cero hay gente que trabaja y come allí, cuando todo eso está contaminado. Ahí hay materiales como el asbesto que requieren una mascarilla especial y esa pobre gente está corriendo riesgo en estos momentos. Yo he hecho llegar los informes al Ministerio del Ambiente indicando esta situación”, dijo Casanova.

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El pasado miércoles, Édgar Peñafiel, coordinador zonal 4 del Ministerio del Ambiente, confirmó que las mayores afectaciones que se conocen es lo concerniente a problemas respiratorios.

Alegó que el Ministerio del Ambiente, con el apoyo de cooperación internacional, levanta estudios relacionados con los niveles de afectación que podría ocasionar el material particulado en las zonas destruidas por el terremoto.

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“Nosotros, en función de esos estudios, estamos haciendo las recomendaciones necesarias para que quienes tienen corresponsabilidad directa en todos estos procesos tomen las medidas que correspondan. Nosotros hemos emitido en este caso un manual de buenas prácticas ambientales, específicamente en temas de escombreras”, declaró Peñafiel, haciendo relación a ese manual que deben respetar para precautelar la salud.(I)

Personal que siente algún tipo de malestar es separado y evacuado para que reciba atención médica correspondiente... Existen ciertos periodos de rotación con la finalidad de evitar enfermedades”.Gustavo Iturralde, Comandante militar a cargo de la zona cero