El ajetreo de los preparativos para los agasajos infantiles por el Día del Niño matizaron ayer la mañana en las calles de la ciudad. Desde antes de las 07:00, las madres de familia se dirigían a algunos planteles educativos llevando tortas, fundas con sánduches, empanadas y colas.

Mientras, entusiasmados varios pequeños iban a los establecimientos con ropa de calle, con disfraces. Iban sonrientes.

Esas escenas se evidenciaron en sectores como las calles 12 y Gómez Rendón y la 11 y Bolivia, en el suroeste de la urbe.

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En este último sitio, los alumnos de educación inicial a séptimo de básica de la escuela Coronel Manuel Serrano participaron en un agasajo organizado por los padres de familia.

Analía Panta, docente de educación inicial 2, animó el evento que se efectuó en el patio del establecimiento.

“¿Usted quiere un avión o un helicóptero?”, preguntó a manera de broma a la primera estudiante eliminada en el concurso de la silla.

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“Avión”, contestó la pequeña, a lo que la maestra replicó: “Entonces váyase volando”. Y la broma arrancó sonrisas de los agasajados y de sus padres que estuvieron sentados en los alrededores del patio.

Mientras los niños de mayor edad concursaban al ritmo de bailes como La gasolina, los más pequeños (de inicial) se hacían pintar el rostro con flores, mariposas y otras figuras.

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Yury Mera se contagió de la alegría de su hija Violeth, de 4 años, y al igual que la menor ella se pintó la cara con una flor.

“Es el día de los niños y estos agasajos los llenan de mucha alegría. Es maravilloso poder compartir con nuestros hijos un rato de felicidad”, dijo.

En el Centro Infantil del Buen Vivir (CIVB) Sagrado Corazón de Jesús, por el parque Stella Maris, en el sur, también hubo un agasajo infantil.

Acompañados de mimos y zanqueros y gritando el estribillo: “Los niños tenemos derecho/los niños tenemos derecho”, un grupo de maestras de los CIVB Causa Proletario y Paz y Amor, encabezaron el desfile que partió del parque hacia el Sagrado Corazón de Jesús.

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En la caminata, Noris Pincay llevó a su hija Cielo, de 1 año, en el coche que usualmente la saca de paseo. La pequeña iba tomándose su teta.

En hospitales como el Roberto Gilbert, en la Atarazana, los niños también participaron en agasajos junto con sus padres, al igual que en la Base Aérea Simón Bolívar. (I)