Con una marcha dedicada este año a los derechos de la comunidad transexual, cientos de miles de brasileños desfilaron este domingo en la vigésima marcha del orgullo gay de Sao Paulo. Pero ahí también hubo protestas contra el nuevo gobierno de corte conservador del presidente interino, Michel Temer.

Bajo el lema "¡Ley de identidad de género, ya! Todos juntos contra la transfobia", dos millones de personas según los organizadores, y 190.000 en la hora pico de acuerdo a la policía, llenaron la neurálgica Avenida Paulista de la capital económica de Brasil en una colorida fiesta dedicada a pedir la aprobación de la ley de identidad de género en el Parlamento.

Los representantes de la comunidad LGBT se congregaron desde la mañana en el corazón financiero de la ciudad, por donde desfilaron 17 carros eléctricos, coronados por bailarines, activistas y celebridades como los actores de la serie estadounidense 'Sense 8', que filmaron una secuencia durante la fiesta.

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La parada gay de Sao Paulo es considerada una de las mayores del mundo. La primera se realizó en 1997 con unos 2.000 participantes, pero hoy es uno de los motores del turismo de esta ciudad con más de 20 millones de habitantes.

Marta Dalla Chiesa, presidenta de la Asociación de Turismo para LGBT -citada por el sitio UOL-, afirmó que la semana del orgullo gay deja una recaudación de 200 millones de reales (unos 51 millones de dólares) a la mayor ciudad de Sudamérica.

Este año también se coló en el desfile el complejo momento político que vive el país y muchos participantes portaron consignas contra el presidente interino, quien asumió tras la suspensión de la mandataria Dilma Rousseff por el Senado, mientras se somete a un juicio político.

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Quien tampoco faltó fue la militante transexual Viviany Beleboni (foto), que tras la polémica del año pasado por desfilar crucificada, salió este domingo con una representación de la Biblia en la que se podía leer "bancada evangélica, retroceso" para protestar contra el grupo parlamentario que bloquea todos los proyectos de ley en favor de la comunidad LGBT.

El 18 de mayo, diputados evangélicos presentaron una iniciativa para suspender el derecho de los travestís y transexuales a usar su nombre social en la administración pública. Ese derecho había sido acordado en abril por el gobierno de Rousseff.

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Un proyecto de ley para penalizar la homofobia se enfrenta desde hace años a resistencias de las corrientes católicas y evangélicas en el Parlamento.

Brasil registra más 300 asesinatos por año por esta causa, según la organización Gay da Bahia.

La Corte Suprema reconoció en 2011 la unión estable de personas del mismo sexo, lo que le garantiza a esas parejas tener los mismos derechos que las uniones heterosexuales. (I)