Manta, una de las ciudades afectadas por el terremoto del pasado 16 de abril, se desplazó hacia el mar unos 80 centímetros en menos de un minuto. Así lo señala Hugo Yepes, sismólogo, vulcanólogo y geólogo, en una entrevista publicada ayer en El Diario, de Manabí.

El Diario de Manabí entrevistó al técnico del Instituto Geofísico, Hugo Yepes, quien dice que aunque es imposible determinar cuándo puede darse otro terremoto, la ciencia sí permite que conozcamos el lugar y la magnitud. "Ahora la sociedad busca la predicción y eso tiene tres elementos: decir dónde, el lugar; cuánto, la magnitud y decir cuándo… y este cuándo es el que falta, pero los primeros sí los conocemos", dice en la entrevista.

Según el investigador, “un GPS puesto en Manta (hace varios años) ha mostrado un movimiento (por la subducción) hacia el este, hacia el continente, de 2 a 3 centímetros por año. Ahora en el terremoto eso cambió, se desplazó hacia el mar unos 80 centímetros en menos de un minuto (...). No nos damos cuenta porque todo lo que nos hace de referencia se movió... Un poste, una casa están allí mismo ante nuestros ojos, pero vistos desde los satélites, no”.

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Yepes explicó que las placas se retraen durante 50 o 100 años y necesita 50 años para volver a retraerse y de ahí en adelante se puede soltar.

“Eso hace que en la zona de Jama-Pedernales, que fue el segmento sísmico, ya no tengamos la posibilidad de un terremoto grande en las siguientes decenas de años”, dijo.

Un vendedor pasa por una zona de escombros en Manta. (Foto AFP Rodrigo Buendía)

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Agregó que la falla de Esmeraldas aún no se ha descargado y en “la historia se ve que esto se ha descargado después del terremoto en la zona de Jama- Pedernales (...). El segmento Tumaco, en Colombia, tampoco se ha descargado. “Hay que tener en cuenta una cosa, la localidad puede que no tenga un terremoto, pero recibe las ondas sísmicas”, señaló.

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Dijo que en el caso del segmento Jama-Pedernales, lo que hizo fue enviarlas a Bahía, Manta, Portoviejo. “Que haya un terremoto aquí ya no es posible, porque ya no hay energía sísmica. Un terremoto al norte va a hacer que las ondas sísmicas tal vez no tan fuertes lleguen, pero necesariamente tenemos que hacernos la pregunta ¿estamos listos?”, expresó.

El especialista señaló que en el segmento de la isla de La Plata o Puerto López hay un fenómeno que es nuevo para la ciencia. “Es el hecho de que la energía sísmica de cuando en cuando se libera, no con sismos violentos, sino sismos lentos, en donde este salto que hubo ahora de la placa Sudamericana respecto a la de Nazca, se dio a lo largo de una semana. (...) no fue un salto tan grande, sino que empezó a acomodarse y eso se llama un proceso de sismos lentos”, indicó. (I)