“Quiero curarme. Paz. Salud”. Así rezaba el cartel que tenía extendido entre las manos el niño de 8 años Oliver Sánchez con el que protestó, en febrero último, por la falta de medicinas en Venezuela para su tratamiento contra un cáncer.

Al mediodía del pasado martes y luego de diez días en terapia intensiva, el cuerpo de Oliver no resistió más y murió, según medios venezolanos.

Gracias a ayudas y donaciones, el niño pudo cumplir seis ciclos de quimioterapias con buenos resultados. La madre cree que en el hospital donde recibía el tratamiento se contagió de una bacteria que le causó meningitis y agravó su situación. Recorrió hospitales en busca de un cupo en terapia intensiva que finalmente lo halló en una clínica, donde murió, publica el-nacional.com.

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En la protesta, la imagen del niño que pedía quimioterapias se viralizó y expuso la situación de la salud en el país.

Protestas de universitarios
Cientos de estudiantes y profesores de universidades públicas protestaron ayer en Caracas para denunciar la grave crisis presupuestaria que los aqueja. Alumnos de centros de educación superior afines al chavismo también participaron.

“Obligamos al viceministro (Andrés Ruiz) a venir, le entregamos el documento, le dimos 48 horas para una respuesta y una semana para resolver”, dijo Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, según la agencia Afp.

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En tanto, Bernardo Álvarez, embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos, acusó al secretario general del organismo, Luis Almagro, de incurrir en la ilegalidad por el informe que elabora sobre la situación actual en Venezuela sin que ninguna instancia del organismo multilateral se lo haya encargado.

Almagro anunció que la próxima semana dará a conocer dicho informe a partir de un pedido de la Asamblea venezolana para invocar la Carta Democrática Interamericana. (I)