El amor por la educación y por el ser humano, dice, lo aprendió en casa, pues viene de una familia de maestros. Su padre fue uno de los fundadores de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), a la que llama la matriz de sus amores, y su abuela también fue docente.

Esa es la pasión por la docencia que heredó la catedrática e investigadora Elizabeth Larrea de Granados, miembro del Consejo de Educación Superior (CES), que recibió ayer un homenaje por su trayectoria académica y su aporte a la educación superior.

Familiares, amigos, docentes, compañeros y autoridades de educación superior se dieron cita en este acto que se desarrolló en el aula magna de la Universidad Católica, institución donde laboró por cerca de 35 años y se desempeñó como vicerrectora académica.

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En la educación pública, como delegada del ministro de Educación en el CES, conformó la Comisión Ocasional de Educación, encargada de los procesos de integración entre el sistema nacional de educación y el sistema de educación superior en los procesos de acceso a la educación superior.

“Con mucho agrado gracias a un equipo de 89 académicos de las 33 universidades que en estos momentos tienen carreras de educación (porque) necesitábamos hacer una transformación profunda y radical (...) hoy podemos decir que ya tenemos las carreras rediseñadas”, dijo.

Uno de sus recientes aportes académicos es precisamente su libro titulado El sistema para la educación superior para el buen vivir basado en el conocimiento: el caso ecuatoriano, que fue presentado en el homenaje que recibió de parte del Ministerio de Educación y la UCSG.

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A su lado estuvo Víctor Granados, coautor del libro y su esposo hace 33 años. “Esta experiencia de la docencia nos ha permitido, con mi esposa, recoger los aspectos más importantes de la realidad multidimensional de la educación ecuatoriana para plasmarla en un libro (...), el reposicionamiento de la universidad ecuatoriana en el ámbito de América Latina y el Caribe es muy importante (...), estamos haciendo avances sustanciales”, comentó Granados, también catedrático con una trayectoria de 35 años.

El ministro de Educación, Augusto Espinosa, destacó el aporte de Larrea en los procesos de diálogo para construir y luego aprobar la Ley Orgánica de Educación Superior, por lo que formuló una invitación para que siga “ayudando, iluminando, guiando y dando lecciones de vida”.

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Larrea, quien se inició en la docencia a los 18 años en el colegio La Asunción, manifestó que por su estado actual de salud la “gran batalla que le toca emprender es la batalla de la vida”, y añadió que “hasta el último suspiro seguirá trabajando por la educación superior”.(I)

Soy primero una ciudadana que cree que la educación es el principal factor de transformación de los seres humanos y de los países y una académica a tiempo completo (...).Elizabeth Larrea, académica