“Muchas noches dormí en medio de los dos, en la alcoba presidencial. Haciéndome el dormido pude escuchar cómo cada uno se contaba sus planes del día siguiente. Se aconsejaban. Eran, sin duda, la pareja perfecta. Más que la dupla de un presidente y su primera dama, o un papá y una mamá. Eran realmente un solo equipo”.

Santiago Roldós recordó así a sus padres, el presidente Jaime Roldós Aguilera y la primera dama, Marta Bucaram, en un sencillo y espontáneo conversatorio que se realizó la noche del pasado martes, en la Universidad Casa Grande.

Este fue uno de los homenajes por los 35 años del fallecimiento del mandatario y su comitiva, el 24 de mayo de 1981, en un accidente en Loja.

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El hijo menor de la pareja, quien permanece lejos de la política, estuvo con su hermana mayor, Martha.

Entre risas y nostalgia, familiares, amigos y allegados evocaron anécdotas y hazañas que protagonizó la pareja.

Carlos Solórzano Constantine, amigo y embajador de Ecuador en Italia en el gobierno de Roldós, expresó que “la madera de político” la dio a conocer desde la secundaria del colegio Vicente Rocafuerte.

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Él recordó sus primeras campañas y discursos en cada una de las aulas del colegio y el anhelo de servir y buscar mejoras para los estudiantes.

Asimismo, María Leonor Jiménez, amiga de la pareja y quien ejerció como intendenta de Policía en su gobierno, resaltó la agilidad con la que Marta Bucaram daba trámite a los pedidos que llegaban a la Presidencia de la República.

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“Personas se acercaban a que se les ayude en trámites. Y ella siempre estuvo disponible para todos. Todo lo hacía de inmediato. Una mujer entregada, muy ejecutiva y bella”, dijo.

Agregó también que siempre recuerda un discurso de Roldós en el que se preguntó a sí mismo: “¿Hasta dónde soy capaz de darme (por mi país)?”. Se respondió: “Hasta la muerte”.

La Fiscalía investiga aún las causas del accidente; recientemente encontró ciertos restos de la nave caída. (I)