El casabe es un dulce elaborado a base de maíz, coco, canela, leche y especias. El guayaquileño Ricardo Torres lo degustó y casi enseguida asintió con la cabeza y exclamó: ¡Muy rico! Por primera vez probaba ese manjar esmeraldeño.

Sacoto Cevallos lo ofrecía en el Parque Histórico Guayaquil, ubicado en La Puntilla, que acogió ayer a 45 exponentes de la gastronomía y arte esmeraldeña y manabita, que ofrecieron productos en pro de contribuir con la reactivación económica de las provincias en mención, las más afectadas por el terremoto del pasado 16 de abril.

A la denominada feria Ruta Artesanal Solidaria, Cevallos llevó 150 tarrinas de casabe y varias botellas de champú, bebida elaborada con maíz y panela. “Un sábado, en Esmeraldas vendíamos 500 casabes, pero con el terremoto se terminó el turismo. Vivimos con nerviosismo, estamos afectados psicológicamente”, dijo el oriundo de la isla Piedad, en la provincia verde.

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Los esposos manabitas Carlos Vera Zambrano y Evelia Chávez trajeron rompope de cacao y de café. Las botellas de tres tamaños se vendían a $ 3, $ 5 y $ 10. Su marca es Theos, pero no ha llegado a los locales de Portoviejo y Manta porque permanecen cerrados.

La pareja refirió que las ferias constituyen un ‘empujoncito’ económico para artesanos que se quedaron sin fuentes de ingreso por la falta de turistas en sus ciudades.

El 7 de mayo pasado se efectuó un festival similar en el parque Samanes. Lo organizaron los ministerios de Turismo y de Producción.

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Felipe Álava, coordinador Zonal 5 del Ministerio de Turismo, señaló que la idea es replicar estas ferias cada quince días en diferentes ciudades. “Es un apoyo a los artesanos, una oportunidad para ofrecer sus productos y reactivar su economía”, comentó.

La feria tuvo gran acogida de los guayaquileños y extranjeros que vacacionan en el Puerto Principal. De Estados Unidos llegaron los esposos Franklin Suco, manabita, y Rebeca de Suco, americana, con sus hijos, quienes compraron dos artesanías.

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Los cebiches y encocados de mariscos, con sazón esmeraldeña, también fueron parte de los platos que se ofrecieron en el evento. Esas comidas costaron entre $ 6 y $ 7. (I)