Jair V. lleva cinco años sin consumir droga. Recuerda que el 12 de marzo del 2011, cuando tenía 25 años, tomó la decisión de dejar las drogas y luchar por su familia, “por recuperar mi identidad como persona, para integrarme a la sociedad”.

Hoy, a los 30 años, Jair cree que es tiempo de trascender. De hacer algo más por la sociedad, por su familia, y está dispuesto a prepararse para en un futuro convertirse en psicoterapeuta.

No obstante, por ahora, será uno de los jóvenes que iniciaron su capacitación en el arte de la xilografía y de la serigrafía.

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Las enseñanzas estarán a cargo de los docentes y estudiantes de Instituto Tecnológico de Formación (ITF), entidad que solicitó realizar su proyecto de vinculación con la sociedad con el Centro Terapéutico Lucho Rodríguez, donde Jair termina su proceso de rehabilitación de las drogas.

El programa completo de aprendizaje tiene una duración de nueve meses, de los cuales tres están designados a la materia de diseño gráfico.

Gabriela Díaz, coordinadora del proyecto del ITF, explicó que lo que se busca es otorgar a los jóvenes en rehabilitación una herramienta que los convierta en emprendedores y les evite recaer en los vicios. “Es una manera diferente de emprender, de tener otra vía para emprender algo nuevo...”.

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Son 16 alumnos los encargados de las clases dentro de las instalaciones del centro de rehabilitación, ubicado en la ciudadela Guayacanes. “También queremos que ellos asistan al instituto porque ahí tenemos los equipos necesarios...”, sostuvo Díaz, quien agregó que, además, incluirán enseñanzas de administración de empresas y marketing, “para que puedan administrar e impulsar sus propios negocios...”.

El pasado jueves, los internos del centro recibieron las primeras clases. (I)