Obreros de la mayor empresa textil de Bolivia marcharon ayer en La Paz, capital del país, luego de que el Gobierno anunció su cierre tras el fracaso de un plan de rescate estatal.

Unos 1.000 obreros perderán su empleo, dijo Franklin Roque, representante de los empleados de la Fábrica Nacional de Textiles (Enatex), quienes se volcaron a las calles al llegar y encontrar las puertas cerradas.

“¿Qué vamos a hacer los 1.000 trabajadores en la calle? Nos han dicho que no hay liquidez”, agregó Roque e indicó que fueron notificados del despido a través de un comunicado.

Publicidad

Los trabajadores entonaban estribillos como “Evo (Morales), decías que todo cambiaría. Mentira, mentira, la misma porquería”, mientras los transeúntes los aplaudían.

El Gobierno compró la fábrica en unos $ 15 millones en 2013 en un intento por salvarla y proteger los empleos después de que Venezuela dejó de comprar textiles por su crisis económica. Tenía cuatro grandes factorías de telas y frazadas.

En 2009, el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, abrió su mercado a los textiles bolivianos cuando Estados Unidos anunció el cierre de preferencias arancelarias para Bolivia, luego de que Morales expulsara al embajador de ese país por supuesta injerencia en asuntos internos. (I)