Una tensa relación entre el Gobierno y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (Comaco) se evidenció en varios oficios que circularon ayer en los que este último pide “respeto a la institucionalidad” y hasta una “rectificación” a un video elaborado por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República (Secom).

En un texto remitido ayer al ministro de Defensa, Ricardo Patiño, el jefe del Comaco, Oswaldo Zambrano, reclama que las declaraciones que algunos funcionarios dan a los medios están generando una “situación de intranquilidad y desmotivación manifiesta”.

Por ello piden respeto a la institucionalidad; que se evite compararlos con otros organismos o sucesos de la historia.

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También el director general del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa), Juan Francisco Vivero, pidió a Patiño que “se digne exigir la rectificación” a un spot de la Secom, difundido la noche del jueves, que señala que el Gobierno les acredita mensualmente $ 120 millones.

En su carta, Vivero ejemplifica que sin la existencia de la deuda –que es de $ 361’160.161 desde el 2014, según sus cifras– el Ejecutivo debería transferir entre $ 73 millones y $ 77 millones. “... En condiciones normales, el Issfa podría recibir cantidades que no se acercan de ninguna manera a $ 120 millones mensuales”, informa.

En otros oficios suscritos por el comandante del Ejército, Luis Castro, se pide una reunión “urgente” del consejo directivo del Issfa, para conocer el informe de la Contraloría que determinó que la institución debe devolver al Ministerio del Ambiente $ 41’090.491 por un pago de ‘más’ por 66 lotes del parque Samanes.

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Vivero advirtió al gerente del Banco Central del Ecuador, Diego Martínez, que la Constitución señala que “los fondos y reservas de seguro universal obligatorio serán propios y distintos del fisco”, y aspiró a que no se debite el dinero; pero el presidente Rafael Correa confirmó que sí lo hicieron.

Mientras estos oficios circulaban en redes sociales, Patiño salió ayer de la reunión de gabinete que se realizaba en Carondelet y fue hasta su despacho para reunirse con 15 representantes de militares en servicio pasivo que, según él, no están representados por “las pocas personas que salieron a protestar en Guayaquil”.

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A la cobertura solo se permitió el ingreso de la prensa gubernamental.

El Frente de Defensa de las Fuerzas Armadas no fue invitado. Uno de sus coordinadores, el exasambleísta y militar retirado Fausto Cobo opinó que los asistentes “son miembros de tropa y oficiales resentidos utilizados por Alianza PAIS y que han caído en el discurso de la lucha de clases”. (I)