Pobladores y dirigentes de la parroquia San Miguel de Brasil, del sitio San Vicente, en el cantón El Guabo, provincia de El Oro, y otros sectores aledaños a San Vicente rechazan la actividad minera en esta zona, donde el jueves último fueron hallados dos mineros sepultados en medio de un deslave, que se produjo la noche del miércoles.

Ellos creen que unas 20 minas estarían contaminando el río Siete. “Los trabajos de minería se realizan a escondidas de la ley, la muerte de estos mineros nos preocupa”, dijo Marco Constante, uno de los moradores de San Miguel de Brasil.

El pasado lunes se realizó una protesta en el ingreso de la minera donde murieron el miércoles los dos trabajadores. La comunidad busca proteger las aguas limpias que sirven para riego y consumo humano.

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En un boletín de Comunicación Social del Ministerio de Minería se dice que la labor no contaba con permisos habilitantes. Ayer, técnicos de la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom), entidad adscrita al Ministerio de Minería, hicieron una inspección.

“En dicha concesión existen labores que en anteriores inspecciones fueron clausuradas, en este caso se emprende la investigación en conjunto con las autoridades competentes para determinar responsabilidades”, se agrega en el boletín y se dice que el lugar está en una bocamina en el sector Los Ríos, cantón Ponce Enríquez, Azuay.

Parientes de Carlos Mosquera y José Chávez, los fallecidos, dijeron que pedirán que se esclarezcan estas muertes. (I)