La provincia de Alberta declaró el miércoles el estado de emergencia mientras cuadrillas de trabajadores luchaban por contener incendios forestales avivados por el viento, que ya han destruido 1.600 casas y otras edificaciones en la ciudad de Fort McMurray y forzado el desalojo de más de 80.000 residentes.

Rachel Notley, primera ministra de Alberta, dijo que el incendio ha destruido o dañado aproximadamente 1.600 estructuras. Se ha evitado que las llamas lleguen al centro de la ciudad gracias a esfuerzos "sobrehumanos" de los bomberos, dijo Scott Long, de la Agencia de Atención de Emergencias de Alberta. No se informó de heridos o muertos debido al incendio.

El fuego comenzó cerca del aeropuerto la tarde del miércoles, donde había cuadrillas para combatirlo. Todos los vuelos comerciales de llegadas y salidas en Fort McMurray fueron suspendidos.

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Unas temperaturas más altas de lo habitual para la temporada, combinadas con condiciones secas, han transformado el bosque boreal en gran parte de Alberta en un barril de pólvora. Fort McMurray está en el centro de la región de arenas bituminosas de Canadá. Las arenas petrolíferas de Alberta son la tercera reserva más grande de petróleo en el mundo atrás de Arabia Saudí y Venezuela.

Danielle Larivee, ministra de asuntos municipales de Alberta, dijo que el fuego está activo en áreas residenciales. Más de 250 bomberos combatían el incendio. Una actualización por parte de la Municipalidad de Wood Buffalo emitida más tarde por la noche indicaba que el fuego continuaba destruyendo casas y que había acabado con una escuela nueva.

Había noticias de varios muertos por un choque en una carretera cercana, pero la ministra no sabía si el hecho estaba relacionado con la evacuación o el incendio.

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Las llamas dejaron inquietantes imágenes de camiones calcinados, casas carbonizadas y postes de teléfono quemados por completo, con cables colgando, como pequeñas cruces de madera. (I)