Manta-Canoa

En el cantón Jama y la parroquia Canoa, en Manabí, afectadas duramente por el terremoto del 16 de abril, el inicio de clases depende de la instalación de campamentos. En otras localidades, los estudiantes fueron reubicados a otros centros educativos con menores daños.

En Jaramijó, Gloria Mero llegó hasta la Unidad Educativa Luis Felipe Chávez para conocer dónde recibirían clases sus dos hijos. Pese a las fisuras, esta institución alberga a 49 familias que perdieron sus casas o que tienen daños graves. Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, el terremoto dejó 22.769 damnificados.

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En el exterior del centro, a Mero le informaron que por ahora los estudiantes recibirían clases en la U. E. Juan Isaac Mendoza, a 400 metros.

Algunos niños llegaron a esa institución a conocer las medidas socioemocionales a las que se acogen hasta el inicio formal del año lectivo, el 4 de julio.

Carlos Chávez, coordinador zonal 4, dijo que de los cerca de 3.200 planteles fiscales, particulares, fiscomisionales y municipales, 88 serán demolidos, 78 presentan daños parciales y 394 unidades tienen fisuras por reparar en 30 días. En total son 560 planteles afectados por el terremoto.

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En los establecimientos que serán derrocados se ubicarán campamentos provisionales. Mientras tanto, ayer, dos planteles particulares como el Leonie Aviat y Salesiano San José, de la parroquia Tarqui, de Manta, procedieron a tumbar estructuras. Cerca de 900 estudiantes del Leonie Aviat recibirán clases en horario vespertino en la U. E. Stella Maris.

En Canoa, los profesores, y no los alumnos, se presentaron en dos de los al menos cinco establecimientos educativos de la parroquia. Magaly Bailón, María Muñoz y Narcisa Quiroz, de la escuela Williams Flechers Paraguay, recorrieron el plantel en escombros y luego se sumaron a una reunión, junto con colegas del colegio Elías Cedeño.

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Paola Pabón, secretaria nacional de Gestión de la Política y delegada para la reconstrucción de Canoa y Jama, estimó que 300 estudiantes del primer poblado y 700 del segundo empezarían clases, pero dependiendo de la instalación de campamentos. “Nuestra aspiración es a tenerlos montados esta semana. Es un trabajo arduo, nada va a ser de la noche a la mañana. No, hoy (ayer) no van a estar las carpas listas”. dijo.

A los maestros, Pabón pidió su aporte para devolver la tranquilidad a los niños y lograr el compromiso de los estudiantes para que retornen a clases.

En Santo Domingo, 760 estudiantes de 3 planteles no iniciaron clases por el colapso. (I)