El primer crucero que recorrerá la ruta entre Estados Unidos y Cuba en medio siglo puso rumbo a La Habana tras zarpar de Miami este domingo, en un nuevo hito en el proceso de acercamiento de los antiguos enemigos.

Luego de sonar la bocina, el barco Adonia de Fathom, filial de la empresa estadounidense Carnival, levó anclas hacia las 16:00 locales (15:00 de Ecuador) con unos 700 pasajeros a bordo en el puerto de Miami, el enclave de la diáspora cubana en Estados Unidos.

Tiene previsto arribar la mañana del lunes a la capital cubana, su primer destino en la isla.

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Quedaron así inaugurados estos cruceros de una semana, que navegarán dos veces al mes, con el objetivo de promover el intercambio cultural entre los dos países, en el marco del deshielo bilateral que comenzó en diciembre de 2014.

"Ser parte de la historia y de la posibilidad de un mejor futuro para todos es uno de los mayores honores que cualquier compañía puede tener", dijo el presidente de Carnival, Arnold Donald, en el puerto de Miami, donde los pasajeros abordaron el Adonia, café cubano en mano y amenizados por una banda de música tropical.

La salida del crucero se mantuvo en suspenso hasta la semana pasada, cuando el gobierno de Raúl Castro levantó las restricciones para los viajes marítimos de los cubanos desde y hacia Estados Unidos, lo que abrió la puerta a que las personas nacidas en la isla puedan abordar los barcos.

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Ante esas restricciones impuestas desde la Guerra Fría por Cuba, cuando temía el desembarco de anticastristas, Carnival se había negado en un principio a aceptar reservaciones de cubano-estadounidenses, lo que desató una polémica por la discriminación, que obligó a la empresa de cruceros a condicionar la salida de sus barcos a que La Habana cediera.

Al final, Cuba accedió a liberar los viajes marítimos de sus ciudadanos, en el marco del proceso de normalización de relaciones con Estados Unidos, lo que calmó las aguas y despejó el camino para que los cruceros zarparan.

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Pero como las restricciones se levantaron hace pocos días, tan solo un puñado de personas de origen cubano se embarcaron en este primer crucero.

"Mi papá quería ir, pero se murió, así que vengo en su nombre, por eso tengo tantos sentimientos encontrados, pero estoy sobre todo feliz", dijo Isabel Buznego, nacida en Cuba hace 61 años. Ella y su esposo salieron de niños de la isla hace más de medio siglo y retornan por primera vez.

"Para mí es un día muy especial porque regreso a Cuba en un crucero, que para mí es la mejor manera de ver países", dijo Carlos Orta, vicepresidente de Carnival, que regresa a Cuba por primera vez en 47 años.

La mayoría de la media docena de cubano-estadounidenses que viajan en el Adonia son representantes de Carnival. Uno de ellos, Arnie Pérez, será el primero en desembarcar en La Habana. (I)

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