La madrugada de hoy será más corta para los venezolano, una vez que a las 02:30 se adelante 30 minutos la hora legal, medida ordenada por Nicolás Maduro para, según el Gobierno, hacerle frente a la crisis energética que atraviesa el país.

El cambio en la hora forma parte de una serie de medidas del Gobierno para reducir el consumo eléctrico en una Venezuela aquejada por cortes programados de cuatro horas diarias y también por apagones intempestivos de varias horas de duración.

Otras de las medida para ahorrar energía son la reducción a dos días semanales la jornada del sector público, y que las escuelas impartan clases de lunes a jueves. Asimismo los centros comerciales laboran en horario restringido y generar parte de la luz que emplean.

Publicidad

Cirilo Villalobos tiene un local de ropa para damas en el estado Zulia. Cuenta que solo trabajan cuatro horas diarias y que las compras de sus clientes bajaron. Por ello, dice, tuvo que recortar personal, ya que ahora no le alcanza para pagar los salarios completos.

Álida González, en cambio, ha tenido que dejar de almorzar por la imparable inflación y la escasez de alimentos. Ahora ella y su familia consumen más carbohidratos y ha cortado la ingesta de proteínas, muy costosas o no disponibles.

Historias del drama que atraviesan los venezolanos se repiten en el país, sumido en un caos tras las nuevas medidas para ahorrar energía, lo que desató violentas protestas.

Publicidad

Analistas consideran que estas medidas en el país con las mayores reservas petroleras reflejan improvisación y desconocimiento. Y advierten que el remedio puede ser peor que la enfermedad. El presidente de la patronal Fedecámaras, Francisco Martínez, dice que “nuevamente el país da una demostración de que está detenido”. “Van a afectar enormemente la operatividad de la producción de bienes y servicios e impactará la escasez”, advierte.

Capital Economics estima que la crisis eléctrica “podría reducir en 1,5 puntos el PIB este año, empujando la contracción económica hasta 9,5 o 10%”.

Publicidad

El Fondo Monetario Internacional alerta que la situación económica en Venezuela “no es sostenible” en el mediano plazo. Según el informe de este ente sobre las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, el desplome petrolero para Venezuela (cuyas finanzas se alimentan 96% del crudo) significa una caída de ingresos de $ 80.000 millones en 2013 a entre $ 20.000 y $ 25.000 millones en 2015. El organismo pronostica para Venezuela una inflación del 700%.

Según una encuesta realizada en 2015 por tres principales universidades del país, un 87% de los venezolanos dijo que sus ingresos fueron insuficientes para la compra de alimentos.

El salario mínimo en Venezuela, que incluye bono mensual para comida, es de 24.853 bolívares, mientras la canasta alimentaria para una familia de 5 miembros se ubicó en marzo en unos 142.800 bolívares. (I)