En Maracaibo, los primeros días de los racionamientos ocurrieron protestas y saqueos en locales. También hubo pequeños incidentes en Caracas y en tres ciudades del norte, según reportes de pobladores. Como saldo quedaron, al menos, 25 detenidos.

“La situación está muy tensa, hay sectores con hasta 10 horas sin electricidad, esto ha desatado otros malestares”, declaró Doris Falcón, administradora de un instituto de capacitación en Maracaibo, donde ayer fueron enviados más de 1.000 militares y policías.

Los apagones programados de cuatro horas diarias que se dan en el país –excepto Caracas– comenzaron el pasado lunes y durarán 40 días, para encarar una sequía provocada por el fenómeno de El Niño.

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Como parte de los ajustes por este problema, el Gobierno venezolano también ordenó el pasado martes que los empleados públicos trabajaran solo dos días a la semana, para ahorrar energía. Antes, el presidente Nicolás Maduro ya había dado libres los viernes de abril y mayo a la mayor parte de los 2,8 millones de empleados.

Pero, además de la jornada reducida en el sector público, los niños no tendrán clases los viernes. También desde el próximo domingo se adelantarán los relojes 30 minutos. Las medidas han causado malestar en una población aquejada por la escasez de alimentos y medicinas, alta inflación y una violencia delictiva que prácticamente impone toques de queda en sectores de algunas ciudades, incluida Caracas.

Maduro ordenó reprimir los actos de violencia derivados de protestas que han sido vinculadas con los apagones decretados en gran parte del país, incluso si involucran a diputados opositores.

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“El que intente violencia frente a una circunstancia como esta, con el decreto de emergencia (económica) que está vigente, hay que caerle con todo el peso de la ley”, advirtió Maduro. “A mí no me tiembla el pulso para enfrentar a los fascistas en el terreno de la ley con todo lo que tenga, y no me calo chantaje ni internacional ni mediático”, agregó. (I)