Decenas de personas se reunieron ayer en las ruinas de una torre icónica en la capital de Nepal que se colapsó en el sismo de hace un año, para recordar el devastador terremoto que dejó alrededor de 9.000 personas muertas y millones sin hogar.

El primer ministro de ese país, Khadga Prasad Oli, colocó una corona funeraria en las ruinas de la torre Dharahara en el corazón de Katmandú. La estructura colapsó el 25 de abril del año pasado, matando a 132 personas. En total murieron 8.856 personas por el desastre.

En la ceremonia también participó gente que perdió a seres queridos.

Publicidad

“Perdí a un amigo que ese día trabajaba hasta arriba de la torre. Espero que él y los otros estén en un buen lugar”, dijo Ram Shrestha, quien agregó que minutos antes del terremoto él había salido para ir de compras y sobrevivió.

Madhav Newpane, empleada a cargo de una tienda cerca de la torre, fue testigo de su colapso. Regresó el domingo con un ramo de flores y velas. “Ese día murieron muchas personas aquí. Nunca podré olvidar ese día”, comentó Newpane.

También hubo algunas protestas por la lentitud de la reconstrucción. Unos 100 manifestantes se enfrentaron con la policía afuera de la oficina del primer ministro para reprobar la falta de acción. Más de 600.000 viviendas se destruyeron y unas 185.000 quedaron dañadas. Aún unos cuatro millones de personas siguen viviendo en refugios. (F)