El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó la noche del 20 de abril de cuatro medidas económicas de emergencia y anunció la venta de activos estatales.

Las cuatro medidas anunciadas para enfrentar los efectos del terremoto que afectó a Ecuador el pasado 16 de abril son: Alza de 2 puntos al impuesto al valor agregado (IVA) del 12 al 14% durante un año; contribución, por una sola vez, del 0.9 % sobre el patrimonio de personas naturales con patrimonio mayor a $ 1 millón; contribución, por una sola vez, del 3 % adicional sobre las utilidades; aporte de un día de sueldo para quienes ganen más de mil dólares al mes, que se incrementa hasta quienes ganen más de 5.000 dólares, que contribuirán un día durante cinco meses.

¿Cómo afecta esto a los ecuatorianos?, ¿eran necesarias estas medidas?, ¿servirán para atender la emergencia tras el terremoto?, ¿qué pasará con las salvaguardias?, ¿qué otras acciones serían convenientes para el país?. El economista Alberto Acosta Burneo analiza y opina al respecto:

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- El incremento de dos puntos sobre el Impuesto al Valor Agregado (IVA) significa un encarecimiento en el costo de vida de los ecuatorianos. Recordemos que solamente los alimentos básicos no procesados están exentos de IVA, todos los demás productos tienen este impuesto. El incremento en el IVA afecta en mayor proporción a las personas de menores ingresos, porque es una tasa fija. Entonces, en relación al ingreso total de cada familia, este porcentaje tiene un mayor impacto para una familia de bajos recursos que para una familia con más ingresos.

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- El incremento del IVA le podría rendir hasta 1.000 millones de dólares en un año, aproximadamente. El 3 % adicional sobre las utilidades de las empresas podría representar hasta 200 millones de dólares. Las otras dos medidas son más difíciles de calcular, pues se necesita que el gobierno exponga las cifras oficiales de cuántas personas ganan más de 1.000 dólares y de las declaraciones patrimoniales.

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- El origen de este 'paquetazo económico tributario' viene de la falta de una política de previsión. Los terremotos, erupciones volcánicas o un fenómeno de El Niño, son parte de los riesgos normales y naturales de un país como Ecuador, no es algo excepcional. Más bien, tenemos que estar preparados para estos sucesos de manera permanente, porque somos un país que tiene esos riesgos.

- Lo que ha hecho el gobierno al denigrar lo que llama "fonditos" es eliminar toda previsión, gastarse e invertir hasta el último centavo. Hasta quedar sin recursos, como estamos al día de hoy. En el 2016 estamos en un hueco, con una necesidad de financiamiento de 10.000 millones de dólares. El gobierno no tenía cómo financiar esos miles de millones y tampoco tiene cómo enfrentar la emergencia tras el terremoto. Lo único de lo que tiene a disposición el gobierno son créditos de organismos multilaterales por 600 millones de dólares. Pero queda claro que 600 millones no son suficientes y entonces quiere acudir al bolsillo de los ciudadanos para que ellos financien la falta de previsión que en su momento debió tener el gobierno.

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- Ecuador, en la actualidad, esta viviendo una contracción general de la economía. En una situación como la actual, de contracción económica, se debe pensar en qué incentivos se va a dar para motivar la producción y generación de empleo. No se trata de imponer más impuestos a la población, sino de crear incentivos económicos para que las empresas puedan tener un mejor ambiente y condiciones para llevar a cabo sus actividades económicas y ayudar a la generación de empleo, sobre todo a las zonas afectadas.

- La prioridad de este gobierno viene por el lado fiscal. Busca seguir obteniendo recursos para financiar su gasto e inversión. Ahora ha encontrado un nuevo objeto de inversión, que es reconstruir la zona afectada por el terremoto, pero en medio de este proceso de reconstrucción va a hacer un daño grave a la actividad económica, productiva y laboral. Con los recursos obtenidos de estas medidas podrá reconstruir la infraestructura pero estará pendiente la reconstrucción productiva que requiere esa zona y el país.

- Lo importante es reconstruir la actividad económica, y para eso hay que crear incentivos. Eso es lo estándar y que se maneja en este tipo de casos a nivel internacional, es lo que se ha hecho en otros países donde han habido terremotos y desastres naturales de gran magnitud, y lo que se está haciendo el gobierno en Ecuador es justamente lo contrario.

- Mantener o sustituir las salvaguardias es un grave error. Una de las medidas que normalmente se aplican en casos de desastres naturales a nivel internacional es buscar y apoyar a sectores que generen exportación y eso es lo que se debería priorizar. En las zonas afectadas hay industrias exportadoras importantes y se debería apoyar a estas industrias, reducir sus cargas tributarias para tengan un mejor desempeño y puedan generar más empleo y puedan ayudar a la reconstrucción del tejido productivo en la zona afectada por el terremoto.

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- La prioridad no debería ser cómo restrinjo importaciones sino cómo fomento exportaciones. La prioridad como país debería ser cómo colocar más y de mejor manera los productos ecuatorianos en el mundo y eso implica que la prioridad en este momento sea cerrar el acuerdo con la Unión Europea. No se debería seguir buscando cómo sostener las salvaguardias o sustituirlas con otro mecanismo, que lo que va a terminar haciendo es restringiendo importaciones pero no apoyando a las exportaciones.

- La venta de activos es una necesidad. El estado ha acumulado a lo largo de estos años una gran cantidad de activos, de actividades empresariales que no son propias de su prioridad, que debería ser salud, educación y seguridad, y no empresario, farmacéutico o propietario de medios de comunicación, entre otras actividades. Hay que tener claro que los varios millones de dólares que están invertidos en esas actividades no propias de la prioridad de un gobierno son millones de dólares que no se pueden destinar a salud y educación, por ejemplo.

- Vender los activos no es fácil ni rápido. Esta no es una medida que se vaya a realizar en los próximos meses, tomará más tiempo. Para que esto se concrete hay que generar un ambiente propicio para la inversión. Algunas de estos activos necesitan inclusive cambios legales. Por ejemplo, para la venta de los canales debe haber un cambio en la Ley de Comunicación, sino va a ser imposible realizar la venta de los canales. Entonces, esto se convierte en un proceso más complicado, pero esto es algo que sí se debe hacer, aunque tampoco es la solución final.

- La solución viene por la racionalización del gasto público. El gasto tiene que volver a un nivel sostenible, a un nivel que implica que el país no debe seguir endeudándose aceleradamente para poder financiar este nivel de gasto exuberante que tenemos. El endeudamiento que suma el país año a año debe ser de un monto razonable que no vaya a poner en riesgo la sostenibilidad futura de las finanzas públicas. Conseguir más deuda solamente es ganar tiempo. Si no se hacen las tareas que hay que hacer a nivel de optimización del gasto, no estamos solucionando el tema de fondo. (I)