El terremoto que desoló la zona costera el pasado sábado, y que alcanzó una magnitud de 7,8, es el sexto que se reporta en la historia ecuatoriana.

El primero que se registró en el perfil costanero fue en 1906, con una magnitud de 8,8; en 1942 fue de 7,8; en 1958 y 1979, de similar magnitud; el más reciente sucedió en 1997, que golpeó a Bahía de Caráquez, de 7,1; y el último ocurrido el sábado pasado, a las 18:58, de 7,8, según detalló Alexandra Alvarado, jefa del departamento de Sismología del Instituto Geofísico (IG), de la Escuela Politécnica Nacional.

Alvarado explicó que esto es un fenómeno natural que se produce desde hace millones de años en las costas de Ecuador, por un denominado proceso de subducción, “en el cual la placa de Nazca se mete bajo el continente; es decir, en el borde, donde se acumula presión y en un momento las rocas ya no soportan más, se rompen y producen los sismos”.

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David Rothery, profesor de Ciencias Planetarias en la Open University del Reino Unido, explicó que “el terremoto de Ecuador se produjo en tierra” y que la energía total liberada fue “alrededor de 20 veces mayor que la del sismo registrado en Japón”, según publicó la agencia AFP.

“No existe una relación causal entre los terremotos de Ecuador y Japón. Alrededor de veinte terremotos de magnitud 7 ocurren cada año en el mundo”, precisó el experto.

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El terremoto del pasado sábado afectó a las provincias de Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Santa Elena, Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas, que fueron declaradas en estado de emergencia y que son zonas donde históricamente se reportan estos eventos, que seguirán dándose “en el futuro”, según indicó la sismóloga del Instituto Geofísico.

Este movimiento telúrico es comparable a los que han sucedido en Chile y Japón, en el 2011, y “se dan cada 25 o 30 años, pues cada cierto tiempo las rocas se rompen, y van a seguir rompiéndose”, relató Alvarado. (I)