La NASA logró resucitar a la sonda Kepler, dedicada a la exploración de los planetas luego de que se averió a una distancia de 120 millones de kilómetros (75 millones de millas) de la Tierra. Los expertos aún ignoran las causas del desperfecto y estarán estudiando los datos para tratar de dilucidar el misterio.

Los expertos lograron estabilizar la sonda el domingo y lo anunciaron este lunes. Quieren estar seguros de que la sonda puede seguir estudiando los planetas.

El problema surgió justo cuando iban a orientar a Kepler hacia el centro de la Vía Láctea para una nueva misión de estudios planetarios.

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El director de la misión, Charlie Sobeck, prometió que su equipo estará bien atento a cualquier alteración.

No es la primera vez que Kepler, que tiene siete años de antigüedad, se daña. Los controladores de la misión lograron repararlo varias veces hace unos años a pesar de varios apagones. (I)