A inicios de su segundo periodo presidencial, Cristina Fernández fue avisada de manera extraoficial por la Embajada de Estados Unidos de que el empresario Lázaro Báez, detenido por el caso de lavado de dinero La Ruta K, “estaba fugando millones de dólares al exterior”.

La información se desprende de las declaraciones que Leonardo Fariña, conocido como el valijero de la Ruta K, las dio ante el juez la semana pasada, según publicó clarin.com.

De acuerdo con la información, Fernández estaba furiosa y convocó a Báez a una reunión de urgencia para anunciarle que le iba a reducir la entrega de contratos de obra pública.

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“Báez consideró que toda la plata que había acumulado con la obra pública gracias a Néstor ahora le pertenecía y decidió sacarla al exterior”, ha declarado Fariña, cuyo rol en estas maniobras comenzó luego de la muerte de Néstor Kirchner en octubre del 2010, según indica el medio.

Fernández fue imputada el pasado sábado por el delito de lavado de dinero, después de las declaraciones de Fariña. La expresidenta argentina también deberá concurrir a declarar el próximo miércoles en otra causa por supuesta malversación pública por operaciones cambiarias del Banco Central mientras era mandataria.

En tanto, ayer las autoridades en un operativo allanaron el estudio del escribano Leandro Albornoz, considerado una figura clave en varios de los negocios y armado de sociedades entre los Kirchner y Báez.

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La operación duró alrededor de nueve horas y se llevaron varios documentos, según los medios argentinos. (I)