La Santa Sede publicó este viernes la exhortación apostólica Amoris laetitia (“La alegría del amor”). El documento de 260 páginas reúne la información de los Sínodos celebrados en 2014 y 2015; y que entre otras cosas, reafirma que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, y llama a sacerdotes y agentes pastorales a acompañar a los fieles en situación irregular para sepan y sientan que son parte de la Iglesia.

El documento centra la atención en el matrimonio y la familia, pero también se dirige a las personas que no están casadas, como los padres y madres solteros, las viudas y viudos, los hombres y mujeres solteros, pues todos tienen lazos familiares.

Destacamos seis claves para una mejor comprensión del documento.

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1. ¿Qué novedad trae la exhortación Amoris laetitia?

El papa Francisco insiste en que la conciencia individual debe ser el principio rector para los católicos a la hora de abordar temas complejos como el sexo, el matrimonio y la vida familiar, en un importante documento que rechaza el énfasis que se pone en las normas escritas para los fieles.

La novedad de esta exhortación es la actitud de acompañamiento. El Papa Francisco, al igual que sus predecesores, reconoce la complejidad de la vida familiar moderna, pero acentúa mucho más la necesidad de que la Iglesia y sus ministros estén cerca de las personas sin importar la situación en que se encuentren o lo alejados que se puedan sentir de la Iglesia. Amoris laetitia no es un texto teórico desconectado de los problemas reales de la gente.

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El documento también recuerda la belleza de la vida familiar, a pesar de todos los problemas que conlleva.

2. ¿Es un documento para todos los católicos o solo para los expertos?

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Amoris laetitia es una lectura esencial para obispos, sacerdotes y agentes de la pastoral familiar. Sin embargo, el Papa Francisco señala en la introducción que nadie debería precipitarse en su lectura y recomienda que las personas deben prestar atención a lo que corresponde más a sus necesidades. Por ejemplo, a las parejas casadas les interesará especialmente el Capítulo IV sobre el amor en el matrimonio, la fecundidad y la educación de los hijos.

3. Sobre divorciados en nueva unión y comunión

Al pedir su inclusión en la Iglesia, la exhortación apostólica de Francisco sobre la familia responde a las expectativas de los divorciados que se vuelven a casar, por lo civil.

"No es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación llamada 'irregular' viven en una situación de pecado mortal", sostiene.

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Les da la garantía de que la Iglesia se preocupa por ellos y por su situación concreta; quiere que sepan y sientan que son parte de la Iglesia y que no están excomulgados. Aunque todavía no puedan participar plenamente en la vida sacramental de la Iglesia, les anima a tomar parte activa en la vida de la comunidad.

4. Respeto a unión de hecho

Francisco acepta las uniones prematrimoniales como un paso adelante "hacia el camino de la plenitud del matrimonio y de la familia" y reconoce las numerosas razones por las que las parejas, según el contexto social y cultural, deciden convivir.

5. Negativa a uniones homosexuales

La enseñanza de la Iglesia sigue siendo clara: el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y las uniones homosexuales no se pueden equiparar al matrimonio cristiano.

En el documento se reitera que toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser "respetada en su dignidad" procurando evitar "toda discriminación injusta".

6. Fecundidad en el matrimonio

En varios numerales este documento hace hincapié en que los hijos son un don de Dios y una gran alegría para los padres. También cita la encíclica Humanae Vitae, reiterando que los cónyuges deben ser conscientes de sus obligaciones en relación con la paternidad responsable.

En último término, la decisión sobre el espaciamiento de los nacimientos "presupone un diálogo consensual entre los esposos". Además impulsa los métodos naturales de regulación de los nacimientos. (I)