Carol Logacho, Horacio Álava y las hermanas Ivonne y Silvia Guachilema tienen en común su pasión por la moda y el deseo de innovar, que se plasman en la producción de zapatos para mujer a través de las marcas Logashian, Vas Bella y Brasilia.

Las tres se han abierto espacios en el mercado por diferentes canales, especialmente las redes sociales. Y en este último año tuvieron un empujón: la aplicación de salvaguardias a los productos importados, como el calzado, hizo que las clientas prefirieran la producción nacional.

Logashian surgió hace dos años. Su creadora cuenta que el nombre salió de su apellido Logacho más un toque ‘Kardashian’ (el apellido de una familia de estrellas de televisión).

Publicidad

Ella empezó vendiendo sus productos a través de redes sociales y, luego, a pedido de sus clientas, abrió una tienda propia en la Alborada. A fines de 2015 inauguró otra en Urdesa.

Mensualmente, Logashian produce unos dos mil pares de zapatos fabricados en materiales sintéticos diseñados por ella misma. Los costos van de $ 25 (sandalias) a $ 45 (tacones).

La empresaria espera hacer exportaciones en breve.

Publicidad

Vas Bella, en cambio, tiene cuatro años en el mercado. Álava estudió Diseño de Joyas en Argentina, pero al regresar notó que ese nicho no era muy apetecido. Entonces se inclinó por el calzado de mujer.

Hizo sus primeras ventas a través de redes sociales, pero por complicaciones laborales y de estudios ya no podía entregar los pedidos a domicilio. Por eso, hace dos años abrió una isla en el paseo del hotel Sonesta.

Publicidad

Sus creaciones están confeccionadas en material sintético importado. Los costos oscilan entre $ 25 y $ 35.

Al mes, explica, la isla debe tener en stock unos 200 pares para exhibir y vender. Pero también “personaliza” modelos y fabrica tallas grandes.

El abuelo de las Guachilema, fundador del negocio, era zapatero. Su padre siguió en el oficio. Y por décadas vendió el calzado de cuero bajo pedido a varias tiendas, y luego lo hacía en una propia en el centro de la ciudad. El local ya tenía nombre cuando lo compró: Brasilia. No lo cambió.

Pero hace unos ocho años, Ivonne y Silvia actualizaron el nombre: Brasilia Zapatos. Y también “modernizaron” los diseños, los materiales y la forma de comercialización.

Publicidad

Actualmente tienen una tienda en Urdesa en la que venden unos 50 pares de zapatos diarios de estilo flat (mocasines) y sandalias, elaborados en materiales sintéticos. Los precios van de $ 20 a $ 35.

También siguen con la tradición familiar y venden semanalmente unos 20 pares de cuero a la medida. Cuestan $ 95.

Ivonne dice que, además de la tienda, ella “sale a buscar mercado” en empresas.

Aunque la mayoría de sus proveedores son locales, las tres empresas importan materias primas de Colombia, Estados Unidos o Europa.

Pero indican que las sobretasas no les han afectado porque compran por volúmenes y ya tenían en sus bodegas. (I)

Talleres
Artesanales

Personal
La producción de los zapatos de las tres marcas ecuatorianas se realiza en talleres artesanales que tienen entre 4 y 20 personas. Ciertos acabados son a mano.