Con una guitarra vieja, de solo cuatro cuerdas desafinadas, Freddy Q. M., de 50 años, entonaba y cantaba Te reto a que me olvides, del cantante colombiano Henry Nelson.

Lo hacía en una especie de covacha, sentado en un sucio colchón y debajo de un ‘toldo’ de plástico sostenido con varios palos. Suficiente, según Freddy, para cubrirse él y su compañero de ‘cuarto’, cuyo nombre no conoce, de las lluvias.

Ayer, antes del ‘concierto’ de baladas, cuando aún dormían, les cayó la policía, no porque hubieran cometido algún delito, sino porque los uniformados tenían la consigna de intervenir las zonas donde deambulan y pernoctan supuestos indigentes y consumidores de droga.

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Freddy y su amigo, quien es sordomudo, fueron encontrados a un costado del puente del Velero, en la ciudadela Ferroviaria, junto al manglar del estero Salado. Allí han pasado la noche y en el día ‘trabajan’.

“Yo canto en los buses y él (el amigo) recicla”, explica Freddy, quien aseguró que lleva cinco años instalado en el sitio.

Enseguida el médico Nelson Sánchez, del Ministerio de Salud Pública, los evalúa y recomienda que asistan a la unidad médica más cercana.

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La idea, según el mayor de Policía Víctor Molina, es reinsertar a estas personas a su núcleo familiar y brindarles asistencia social. Por ello, al operativo también acudió personal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Freddy dijo que, pese a tener familia, lleva viviendo en el manglar cinco años. A pocos metros fue hallado Daniel C., de 40 años, quien dijo que llevaba unos doce días en el sitio.

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La presencia de los indigentes y consumidores, dijo el mayor Molina, causa temor entre los moradores de la zona. Incluso, sostuvo, hay registro de que algunos de ellos han estado involucrados en robos de viviendas y de transeúntes. “Hemos tenido registro de que estas personas se dedican al robo de personas, de alguna forma se crea un temor en la ciudadanía y una inseguridad...”.

Otros sitios que también serán intervenidos son los aledaños al puente de la 17, de Barcelona, Patria y Portete.

“Estamos recolectando la información para prestar la ayuda. La semana pasada estuvimos en el viaducto de la Prosperina (en el norte) y logramos contactar a las familias de las personas indigentes que encontramos y dos de ellas fueron reinsertadas”, dijo Lisbet Mero, trabajadora del MIES. (I)