Catorce locales de venta de materiales de construcción en las cooperativas Juanes, Voluntad de Dios, Trinidad de Dios y María Paidar y en la avenida Casuarina fueron clausurados ayer por la Intendencia de Policía, apoyada por la Secretaría Técnica de Asentamientos Humanos Irregulares.

En esas zonas de Monte Sinaí, en el noroeste de la ciudad, negocios, bodegas y casas que presuntamente eran utilizadas como depósitos fueron cerrados, en medio del descontento de propietarios como José Zambrano y Mayra Pacheco.

“Estamos cansados (...) es la tercera vez que me clausuran el local, no nos quieren dejar trabajar... no soy el único, aquí tenemos que trabajar como ladrón, escondidos”, dijo con enojo Zambrano, dueño de la ferretería Johao en la cooperativa Voluntad de Dios.

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Pacheco, dueña del comercial La Economía de Trinidad de Dios, señaló que en su local se venden focos, tomacorrientes, interruptores, pero no material de construcción.

Señaló que los bloques ubicados en el portal de su casa y los sacos de arena en el garaje de una vecina no son para la venta, sino para obras en su casa.

César Abad, secretario técnico de Asentamientos Irregulares, expresó que la medida era con el fin de evitar que estos negocios fomenten invasiones.

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Según Abad, hay locales que tienen menos de un mes. “Encontramos bodegas al aire libre en las que se estarían expendiendo y algunas casas que toman esa fachada para poder distribuir este tipo de materiales”, añadió.

La intendenta de Policía, Aury Pazmiño, manifestó que este tipo de negocios no están permitidos en Monte Sinaí y que mientras no cuenten con permisos permanecerán cerrados.

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Sobre el destino del material de construcción, Pazmiño mencionó que se tomarían las medidas necesarias, pero no precisó cuáles. (I)