El Domingo de Pascua se recuerda la resurrección de Jesús, luego de morir en la cruz tres días antes, en un acto de amor a la humanidad.

Ayer la comunidad católica celebró el acontecimiento, narrado en el evangelio de san Juan. María Magdalena había ido a la tumba donde reposaba el cuerpo de Jesús y no lo encontró. Él había resucitado.

Carlos Tuarez, sacerdote de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, durante su reflexión del evangelio motivó a festejar la resurrección como “la base de la fe” e inspiró a guiarse bajos los preceptos del evangelio en la búsqueda de las respuestas de cualquier duda existencial.

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“La iglesia celebra la experiencia pascual y nosotros los católicos el sentir, vivir y descubrir también la tumba vacía y descubrir a Cristo con la verdadera vida, porque nuestra vida es imperfecta, la de Él es perfectísima porque no enferma”.

El sacerdote pidió encontrar en las dolencias la inspiración “siguiendo el espíritu de Jesús. “La resurrección de Cristo es eterna, esa es nuestra fe”, dijo.

El fray Wilson Ríos y el padre Rómulo Aguilar, en la iglesia San Francisco y en la Catedral, en su orden, reflexionaron del hallazgo de María Magdalena motivando a los fieles a encontrar respuesta en el bien.

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Aguilar motivó a despegarse de prácticas “absurdas” como la violencia. “Tenemos que construir en la tierra un lugar que no haya mal”, manifestó.

En la iglesias Santa Teresita, en La Puntilla, se celebró la noche del sábado la liturgia de la luz como preámbulo a la fiesta de resurrección. La feligresía llevó velas. (I)