La victoria de 140 millones de dólares de Hulk Hogan en la corte contra Gawker por publicar un video sexual del exluchador profesional representa muchas cosas, incluyendo una visión sensacionalista al negocio de los chismes sobre celebridades y una disputa sobre lo que constituye un material de interés público.

Pero, según expertos legales, no es una amenaza seria a la Primera Enmienda constitucional estadounidense, la cual contempla la libertad de expresión.

Hasta ahora es sólo un veredicto de un jurado, y una corte de apelaciones podría reducirlo o incluso anularlo. Incluso si se ratifica, sus efectos podrían ser limitados, porque al publicar el video, el sitio de farándula hizo algo que la mayoría de los medios de comunicación ni siquiera habrían considerado, según expertos.

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Hogan demandó a Gawker por invasión a la privacidad después de que publicó un video en que él aparece teniendo sexo con la esposa de su entonces mejor amigo. El ex luchador de 62 años dijo que desconocía que lo estuvieran grabando. Gawker argumentó que el video era información con valor noticioso sobre una figura pública y que por lo tanto estaba protegido por la primera enmienda.

El jurado no estuvo de acuerdo con el medio y aprobó que Hogan reciba una compensación de 115 millones de dólares por los perjuicios sufridos y una indemnización punitiva por 25 millones.

El fundador de Gawker, Nick Denton, dijo que apelará el fallo y se mostró confiando en que el veredicto sea revertido. A pesar de esto, todavía tiene que pagar una fianza y quizá decenas de millones de dólares mientras lucha contra la decisión.

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En un mensaje en Gawker emitido la tarde del martes, Denton afirmó que "la enorme suma del veredicto es pavorosa para Gawker Media y otras casas editoriales con una tendencia de tabloide, pero también es una llamada de atención para las cortes superiores de que este caso se descarriló totalmente".

Denton agregó que el juez no permitió que el jurado escuchara información crucial, incluyendo evidencia de que Hogan sabía que había cámaras ocultas en la habitación y que la verdadera razón por la que demandó es evitar que el público se enterara de los insultos raciales que usó en otro video.

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En cuanto al futuro de Gawker Media, su abogado Michael Sullivan dijo al jurado que tan solo la compensación para Hogan podría "debilitarlo", y advirtió que "hará temblar a escritores, productores y editores" en los medios.

Efectos para el periodismo

Expertos coincidieron en que el caso de Gawker tendrá un efecto disuasivo para el periodismo.

Scott Greenfield, un abogado de Nueva York quien es el director editorial de la revista legal Fault Lines, señaló que Hogan primero presentó el caso en un corte federal, donde un juez consideró que el video era de interés público. Después presentó su demanda en una corte estatal.

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"La próxima vez no será un video sexual. En esta ocasión es Gawker, la próxima podría ser el New York Times," dijo Greenfield. "Si se crea un escenario en el que los editores tienen que tomar decisiones difíciles sobre cuáles historias cubrir y cuáles historias son demasiado riesgosas, ciertas cosas dejarán de ser cubiertas". (I)