Un policía está contra una pared, tiene los brazos levantados y las piernas semiabiertas. Por detrás, un adolescente en pantaloneta, camiseta BVD blanca y zapatillas lo requisa. A un costado, en el suelo, están los implementos de dotación del uniformado que el menor le ha ‘decomisado’ durante la redada.

La escena no es real, pero está plasmada en uno de los 66 lienzos que un grupo de adolescentes infractores pintó para reflejar sus pensamientos, sus experiencias y el entorno en que se desenvuelven por los supuestos delitos cometidos.

La exposición pictórico-artística fue inaugurada ayer, a las 10:30, en el museo Luis Noboa Naranjo, ubicado en las calles Francisco P. Icaza y Córdova, en el centro de Guayaquil.

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Cristopher, de 18 años, es uno de los quince jóvenes que durante algunos meses se prepararon para la elaboración de esta muestra que estará abierta al público hasta fines de marzo.

La pintura es parte del programa cultural implementado dentro del proceso de rehabilitación en el Centro de Adolescentes Infractores Varones de Guayaquil.

A Cristopher, quien estuvo aislado por un supuesto robo y ahora tiene prelibertad (solo llega al correccional a dormir), le tomó dos meses aprender la técnica de acrílico sobre lienzo y un mes y medio más elaborar un cuadro en el que aparecen sus compañeros de aislamiento sentados en unas gradas.

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“El cuadro trata de cómo podemos vivir en el centro, de cómo podemos ahora estar juntos”, sostuvo el joven, quien indicó que ser parte del programa cultural le ayudó a establecerse metas positivas. “Me siento proyectado en las cosas buenas que tengo que hacer, ya no son las cosas malas...”.

La exposición de pintura se denomina Re-iniciando y refleja, después de las vivencias de los infractores, el antes y después del nuevo modelo de atención implementado por el Ministerio de Justicia.

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La viceministra de Justicia, Karla Benítez, explicó que se trata de un modelo psicosociopedagógico que también incluye ejes como la educación, la salud, la formación ocupacional, entre otros. “Ya tenemos adolescentes reinsertándose en el sistema educativo...”.

William Martínez, profesor de pintura, dijo que lleva dos años trabajando con los adolescentes infractores y que al inicio no fue fácil por la falta de material, pero que la perseverancia arrojó resultados en el 2015. Ahora espera replicar el trabajo en otros centros. (I)