En sus nueve años como presidente, Rafael Correa ha conferido la nacionalidad ecuatoriana a 43 extranjeros.

Lo ha hecho vía decretos. El otro mecanismo es a través de la Cancillería. Las dos formas son ejemplos de cómo un foráneo puede convertirse en ecuatoriano, “un acto soberano y discrecional de la Función Ejecutiva”, subraya la Ley de Naturalización

De los 43 que obtuvieron la voluntad presidencial, 17 son religiosos, 15 deportistas y 11 de diversas profesiones, según se desprende de los decretos emitidos entre el 2007 y este año.

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En tales documentos, Correa motiva su decisión en el artículo 8, inciso 5, de la Constitución, que indica que son ecuatorianos o ecuatorianas quienes “obtengan la nacionalidad por haber prestado servicios relevantes al país con su talento o esfuerzo individual”.

En el grupo de religiosos hay sacerdotes, hermanas, misioneros, entre otros, de distintas órdenes cristianas.

En el de deportistas priman los futbolistas o exfutbolistas; solo hay un atleta de otra disciplina (el canoísta César De Cesare). Y en el último segmento hay extranjeros que recibieron la nacionalidad por su ‘contribución’ o sus ‘servicios’ en diversas ramas: académica, empresarial, cultural, comunicacional, entre otras.

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El especialista en derecho internacional José Enríquez se preguntó “qué servicios relevantes han prestado al país” los deportistas, cuando “ellos cobran un sueldo”.

Y opinó que los religiosos ejercen “una labor muy loable”, pero que esa es su función.

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“Ellos tienen todo el derecho de convertirse, pero háganlo por la vía ordinaria”, apuntó Enríquez, en alusión al trámite a través de la Cancillería.

Él afirmó que existe un “vacío legal” porque la norma no señala qué son “servicios relevantes al país”.

La Ley tiene 40 años, y recién hace cuatro se resolvió que era “necesario reglamentar el otorgamiento de las cartas de naturalización por servicios relevantes”. Así consta en el Decreto Nº 1065, de febrero del 2012, mediante el cual Correa expidió un reglamento que estableció ‘requisitos’.

El excanciller José Ayala Lasso aseguró que “más que una reglamentación, lo que hace falta es buen juicio, nacionalismo bien entendido”.

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Indicó que la disposición en la Constitución busca “premiar un mérito ya comprobado”, pero que el actual y anteriores regímenes han ‘deformado’ este concepto por “consideraciones utilitarias”.

“En nuestro país se ha llegado al extremo de conceder la nacionalidad a personas que se consideran útiles para el movimiento político del Gobierno. Por ejemplo tenemos el caso de Kintto Lucas”, precisó Ayala.

El presidente le dio la nacionalidad a Lucas, nacido en Uruguay, en el 2008. En el decreto resumió que fue por los “méritos periodísticos, culturales y docentes, que ha prestado y seguirá prestando al país”. Lucas fue vicecanciller entre el 2010 y 2012. Este Diario buscó su versión, pero no contestó.

El nuevo canciller Guillaume Long también es un extranjero naturalizado, pero la habría conseguido luego de un proceso y trámite en la Cancillería.

Este funcionario no ha explicado en detalle sobre el tema, pero sí ha dicho que es “naturalizado ecuatoriano”. Long nació en Francia y antes de ser ecuatoriano fue británico, según ha admitido. (I)