La guerrilla de las FARC y el Gobierno de Colombia desistieron por separado del plazo que fijaron para firmar la paz el 23 de marzo, y abrieron la opción de prorrogar negociaciones en Cuba para cerrar más de medio siglo de conflicto armado.

El primero en admitir una probable extensión de los diálogos, iniciados en La Habana en noviembre del 2012, fue el presidente Juan Manuel Santos el pasado miércoles.

Ayer, en Cuba, el líder rebelde Joaquín Gómez, negociador de paz de las FARC, apoyó la posición del mandatario. Insistió en que “no hay condiciones” para culminar las negociaciones dentro del plazo. (I)