La contracción económica que vive el país y nuevas reglas impuestas a la importación de vehículos complican al sector automotor. El año pasado, las ventas de los vehículos (importados y ensamblados) disminuyeron 32% (38.799 unidades menos) con relación al 2014 y hasta febrero de este año la caída es ya del 49%, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) y de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA).

El problema es mayor desde hace quince días cuando, indica Jaime Cucalón, presidente de la AEA, se terminó el cupo trimestral establecido desde este año en la resolución 050 del Comité de Comercio Exterior (Comex). Hasta el 2015 el cupo era de $ 300 millones y se dividía entre los 46 importadores. Para el 2016 se redujo a $ 280 millones, divididos en los cuatro trimestres (cada uno con un cupo de $ 70’170.231,82), pero se abrió a la importación a todo el que quiera importar.

“El cupo asignado para el primer trimestre se ha agotado un mes antes de finalizar el trimestre”, señalan Gloria Navas, presidenta de Aeade, y Cucalón en una carta enviada al ministro de Comercio Exterior, Diego Aulestia, este 19 de febrero, en la que se pide revisar la medida.

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Según Cucalón, hay al menos 150 vehículos en aduana que no pueden entrar al país por falta de cupo, que recién se restituiría en abril. “Pero no sabemos cuánto va a durar”, agrega.

En otra carta, del 29 de enero, ambos gremios advierten que estas nuevas condiciones para la importación de vehículos armados dificultarían aún más la actividad que hasta el año 2015 se redujo ya en un 62% en comparación con 2010.

Con ello coincide la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), que también tiene cupos para importaciones, pero no trimestrales. Los cupos han afectado a la industria automotriz, en la medida que se ha reducido la escala para generar mayor encadenamiento, con niveles adecuados de competitividad”, dice en respuesta por vía mail su director ejecutivo, David Molina.

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En el 2012 la producción de la industria alcanzó las 79.616 unidades; en 2015 bajó a 48.926. Para el 2016, a más de los cupos, se suma otro factor a la caída de la demanda: las expectativas de la población sobre su situación económica y laboral, según datos de Cinae. Hace cuatro meses, el 12% de las personas que tenían un crédito preaprobado con la banca para comprar un vehículo desistía de hacerlo por el temor de perder su empleo. Hoy la cifra llega al 22%. (I)