Fuego, caos y temor. Son los elementos de una historia triste para la ciudad, que se escribió hace 40 años, cuando un incendio en los depósitos de combustible de Shell Gas alteraron el descanso de los habitantes de sectores del sur como la ciudadela 9 de Octubre y el barrio Cuba, la madrugada del 10 de marzo de 1976.

"A las dos de la madrugada de hoy, depósitos de gas ubicados al sur de la ciudad, se incendiaron y explosionaron en forma espectacular e impresionante, poniendo a un extenso sector de Guayaquil en estado de emergencia ante el tremendo peligro que se cirnió por largos minutos en un sector densamente poblado".

Así inició EL UNIVERSO la crónica en su edición de ese mismo día, donde recogía la noticia: "Emergencia en Guayaquil. Tanques de gas estallaron hoy".

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Portada y segunda página de la edición de EL UNIVERSO del 10 de marzo de 1976, donde se recogió la noticia del incendio (Archivo)

De acuerdo a lo publicado por este medio, todo comenzó en las primeras horas de ese miércoles en la planta ubicada entonces en el límite del barrio Cuba y la ciudadela Pradera II, entre la avenida Domingo Comín y el río Guayas, cuando un buque cisterna de bandera peruana se encontraba descargando gas. Ahí se inició un incendio que provocó "una gran masa de humo y fuego". A las 01:55, un interno del hospital del IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social), Teodoro Maldonado Carbo, inaugurado en 1970, llamó a los bomberos.

Dos días antes de la tragedia había sido posesionado el coronel Gabriel Gómez Sánchez como primer jefe del Cuerpo de Bomberos. Bajo su mando, 1.200 bomberos llegaron al lugar de la tragedia a las 02:15. Los primeros en hacerse presentes fueron los de la Cuarta Brigada (cuarteles del sur) y luego llegó el resto. 

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Sin embargo, su presencia no garantizó una solución inmediata. El reportaje explicó el motivo: "los jefes de brigada tienen menos de 24 horas de posesionados y no contaban con la coordinación necesaria. Por otro lado, la institución bomberil no tiene el equipo necesario para luchar con flagelos de esta naturaleza". Las llamas alcanzaron los 200 metros de altura, según los reportes.

Por eso se pidió ayuda a los bomberos de Durán, Yaguachi, Milagro y otras ciudades vecinas. También llegaron los miembros de la Comisión de Tránsito del Guayas (ahora Comisión de Tránsito del Ecuador) para controlar la movilización de los vehículos que iban hacia el sector, y de las Fuerzas Armadas, pues se reportaron robos.

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"Los moradores de las ciudadelas vecinas al incendio como la Nueve de Octubre, La Pradera, 25 de Julio, Morán Valverde, de los Periodistas, de los Maestros, de los Empleados del IESS, salieron a las calles cuando escucharon explosiones intermitentes y entonces vieron cómo las llamas enrojecían el cielo. La alarma subió de punto cuando a las 2:35 de la madrugada estalló un enorme tanque de gas, que se sintió en toda la ciudad como un estruendoso trueno", narró EL UNIVERSO.

Cinco minutos después ocurrió la segunda gran explosión, que provocó que los habitantes de estas zonas empiecen a evacuar desordenadamente. A eso se sumó que a las 03:00 se cortó el servicio de energía eléctrica. Las avenidas que llevan al Puerto Marítimo (ahora la 25 de Julio) se congestionaron con miles de vehículos de ciudadanos que iban a buscar a sus familiares y de curiosos. "Al hospital (Luis) Vernaza empezaron a llegar contusos y heridos. Unos, que en la confusión del momento y ante el temor de que sus viviendas fuesen presa de las llamas, huyeron precipitadamente en medio de la oscuridad, sufriendo lesiones en la huída desesperada. También llegaron bomberos lesionados en la lucha contra el fuego".

Este medio reportó en esa edición los nombres de los 30 heridos que en las primeras horas del incendio llegaron a los hospitales.

A las 03:10 ocurrió la tercera y mayor explosión, que destruyó vidrios de las casas y afectó estructuras. Se temía más por el barrio Cuba, pues "en su mayor parte está formada por construcciones de caña y madera y que está densamente poblada".

Las calles de las ciudadelas 9 de Octubre (i) y La Pradera lucieron inundadas por el agua que usaron los bomberos para apagar el incendio (Archivo)

Recién a las 05:00 los bomberos reportaron que había disminuido la intensidad del incendio, cuando terminaron las explosiones de tanques de gas, lo que les permitió acercarse a combatir con mayor efectividad las llamas.

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El día después

El incendio de Shell Gas fue el "quinto de mayor envergadura que ha soportado Guayaquil a lo largo de su existencia", precisó el reportaje. Con la luz del día, la extinción de las llamas y la remoción de escombros, se pudo hacer las primeras evaluaciones. "Contaminó a importantes instalaciones industriales; hecho que determinó la pérdida de centenares de millones de sucres (la moneda que usaba Ecuador en aquel entonces) y el pánico en todo el conglomerado porteño", se añadió.

EL UNIVERSO dedicó seis páginas de su edición del 11 de marzo a resumir las consecuencias del incendio. "Industria conservera paralizaría labor ante destrucción de fábrica de envases", "Diez bomberos lesionados. La falta de equipo se suplió con arrojo y decisión de legionarios", "Llamas, destrucción, desolación y temores", "Más de 5.000'000.000 millones de sucres (200.000 dólares al cambio actual) sumarían activos de las empresas en el área siniestrada", "Decenas de indeseables detenidos por la Policía", "Gobernador: En 10 días reconstruirán instalaciones de Shell Gas", fueron los titulares.

La tragedia generó el debate sobre la ubicación de las plantas de combustible. "No es posible, bajo ningún pretexto, que los depósitos de combustible sigan donde están, pues con ello se mantiene en permanente nerviosismo, que puede ocasionar incluso serias lesiones psíquicas, a millares de personas que habitan en las pintorescas y nuevas urbanizaciones que existen en esa área, y pone en peligro también la inversión de centenares de millones de sucres, efectuada por varias empresas industriales establecidas en el sector", aseguraba este medio.

Jaime Díaz Marmolejo, periodista de EL UNIVERSO, comentó: "Y no es exagerado admitir que Guayaquil corrió el riesgo de desaparecer, porque no habiendo fosos que protejan las áreas de almacenamiento de los tanques de gas y de combustibles, de haberse producido la explosión en uno de los tanques de gasolina, entonces ésta se hubiese regado por la Ría (río Guayas) y habría corrido a través del alcantarillado, con lo cual los conductos de propagación del fuego habrían sido múltiples".

Investigaciones terminaron en la salida de Shell Gas

El mismo día del incendio (los testigos dijeron que las explosiones se escucharon hasta sectores del norte como La Atarazana y que el cielo se volvió rojizo), el comisario tercero de la Policía Nacional José Aguilera Peña inició las investigaciones para determinar responsables. Se hizo reconocimiento del lugar, se evaluaron los daños a fábricas y viviendas aledañas, y se entrevistó a los gerentes de las empresas afectadas. A las indagaciones se unió la Inteligencia Militar, por orden del gobernador del Guayas Alfonso Trujillo Bustamante.

El sábado 13 de marzo, el comisario provincial de Salud del Guayas Jaime Vernaza Trujillo emitió una providencia que ordenaba a Shell Gas la suspensión del abastecimiento, envasamiento y almacenamiento de gas en las instalaciones de la avenida Domingo Comín. 

La empresa también debía vaciar, en máximo cinco días, los tanques de gas existentes en la planta. "Una vez vaciados deberán ser trasladados a un lugar en el que no constituyan peligro alguno para la salud, seguridad y bienestar de la población".

Vista aérea de la zona afectada por el incendio que se originó en la planta de Shell Gas (Archivo)

Una víctima mortal dejó el gigantesco incendio de Shell Gas. Víctor Benites, quien era guardia en la planta de gas, falleció en el hospital del IESS.

Y es que el incendio de la madrugada del 10 de marzo de 1976 no solo provocó angustia y dejó pérdidas. Marcó a los habitantes de Guayaquil que, como se dijo en EL UNIVERSO, mostraban "angustia en los rostros, porque en ese instante la ciudad estaba a merced del fuego, en sus manos y expuesta a merced de su capricho".

Cifras del incendio

- 74 carros de bomberos acudieron, entre tanqueros, carros escaleras y camionetas;

- 8 bomberos heridos;

- 1 accidente de tránsito: una motobomba del Cuerpo de Bomberos fue impactada por un camión cuando se dirigía al lugar del incendio, pero no hubo heridos;

- 11 empresas fueron mayormente afectadas: Shell Gas, Manaoil, Cridesa (Cristalería del Ecuador), Fadesa (Fábrica de Envases), IMSA (Industrias de envases y hojalata), lavandería Secomático, Molinos del Ecuador, fábrica de pinturas Sherwin Williams, Almacenera del Ecuador, Rheem Ecuador e Interama;

- 3 millones de galones de asfalto y 300.000 galones de otros químicos había en Manaoil, destinados a la preparación de aceites, según su gerente Agustín Febres-Cordero Rivadeneira;

- 1 buque tanque fue evacuado de un muelle cercano al incendio. Mundo Gas transportaba gas butano;

- 19 tanques no fueron alcanzados por las llamas: 12 tenían asfalto, gasolina y químicos; mientras 7 estaban llenos de gasolina, kérex, diesel y querosín;

- 9 horas llevó al Cuerpo de Bomberos controlar el incendio. (I)