El copiloto acusado de estrellar a propósito el avión de Germanwings hace un año con 150 personas a bordo sufrió problemas psíquicos ya al comienzo de su formación, aseguró hoy la prensa alemana en base a documentos de la investigación.

Andreas Lubitz mostraba ya en 2008 trastornos de sueño, pérdida de los sentidos del olfato y el gusto e inconvenientes para oír, señaló el diario "Bild" citando actas de la Fiscalía General alemana y la autoridad francesa de investigación de accidentes BEA.

Los médicos calificaron ya entonces como episodios depresivos los problemas de Lubitz, añadió el diario, y le recetaron antidepresivos como Mitrazapin o Cipralex. Tras el accidente, se encontraron en su cabello rastros del medicamento para dormir Zolpidem.

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Los documentos a los que tuvo acceso el diario indican que Lubitz visitó 41 médicos en los meses previos al accidente. Muchos de ellos reconocieron una grave enfermedad psíquica, pero ninguno informó a Germanwings ni a las autoridades de seguridad aérea.

El informe de la BEA se presentará en principio el domingo próximo, pocos días antes de que se cumpla el aniversario de la catástrofe registrada el 24 de marzo cuando el avión de Germanwings que volaba de Barcelona a Düsseldorf se estrelló en los Alpes franceses.

Los investigadores revelaron ya poco después del accidente que todos los indicios apuntaban a que Lubitz, de 27 años, estrelló a propósito el avión tras encerrarse solo en la cabina aprovechando la salida del piloto. (I)