El histórico líder independentista del País Vasco Arnaldo Otegi, liberado tras seis años y medio de prisión, se declaró determinado a encabezar la lucha política por la autodeterminación de esta región de España, este sábado en un multitudinario mitin en San Sebastián.

"Somos militantes políticos que luchamos por la libertad de este país y no vamos a dejar de hacerlo nunca", lanzó ante los miles de hombres y mujeres de todas edades que abarrotaban el Velódromo de Anoeta, emblemático escenario de citas políticas.

"Ahora lo importante no es quien va a ser el presidente vasco, lo más importante es ofrecer un buen proyecto a este pueblo", agregó.

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En un ambiente festivo, que había estado animado por música, cantos y danzas tradicionales, la multitud estallaba en aplausos.

Libertad

Otegi, de 57 años, salió el martes de una prisión española donde pasó seis años y medio por haber intentado refundar el partido vasco Batasuna. Este había sido ilegalizado en España en 2003 por ser brazo político de la organización armada ETA, responsable de 829 muertes en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco.

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Otegi fue condenado en septiembre de 2011 por "pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente", pero recuperó la libertad con un aura de "artífice de la paz" en la región.

Miles de partidarios de la independencia vasca se reunieron para celebrar la puesta en libertad de Arnaldo Otegi. Foto: AP

"Teníamos que haber sabido interpretar bastante antes la necesidad que tenía la gente de superar la etapa de confrontación armada e instalarse en una etapa de confrontación política y democrática", había dicho en su primera entrevista, difundida por la televisión pública vasca el viernes.

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Militante de ETA desde los 19 años, a finales de los años 1990 había sido uno de los primeros en abogar por que la organización armada abandonara la violencia.

"No sé qué es pasar seis años y medio entre rejas pero me parece muy sólido y lleno de ilusión", afirmaba a la AFP Iñaki Elduail, un vasco de 62 años, admirativo y esperanzado.

Ideal independentista

Era una de las miles de personas que habían hecho cola bajo una fuerte lluvia para entrar en el Velódromo, en cuyas gradas ondeaban banderas del País Vasco y Cataluña. Esta última región, que también cuenta con idioma y cultura propios, está dirigida por un gobierno independentista que amenaza con separarse de España en 2017.

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Elduail espera que "el carisma y la apertura" de Otegi permitan a la izquierda independentista vasca "construir nuevos puentes hacia Podemos y la sociedad vasca".

El emergente partido de izquierda radical liderado por Pablo Iglesias, fue el más votado en el País Vasco y en Cataluña en las legislativas nacionales de diciembre defendiendo su derecho a convocar referendos de autodeterminación.

"Antes de pensar en una unión con Podemos", Otegi "debe infundir mayor democracia dentro del movimiento nacionalista" vasco, estimaba por su parte Javier Rodríguez, de 44 años y originario de Bilbao. "Y hacerlo rápido, porque ya hemos esperado mucho", agregaba.

En octubre de 2011 ETA había anunciado el cese definitivo de su actividad armada, aunque sin disolverse ni entregar las armas, bajo la presión de políticos independentistas liderados por Otegi.

Siete meses antes, éstos habían fundado Sortu, partido heredero de Batasuna y finalmente legalizado en junio de 2012 por la justicia española.

Elecciones vascas

Secretario general de esa formación, Otegi ya manifestó su intención de presentarse a las primarias que elegirán candidato para las elecciones regionales vascas del próximo otoño boreal.

En principio, su condena penal lo inhabilita para todo cargo político hasta 2022, pero podría recurrir dicha sentencia.

"Todos esperamos que logre presentarse a las elecciones; creo que con él (...) es posible una alianza con Podemos porque toda la gente que está hoy aquí son independentistas pero también son de izquierdas, tenemos una filosofía común", decía María Isabel Olaza, de 64 años, protegiéndose de la lluvia bajo un gran paraguas.

Entre la excitación general, algunos como José Luis García, de 59 años, piensan sin embargo que Otegi debe ser prudente.

"La menor cosa que diga se puede girar en su contra. La justicia lo puede volver a meter en la cárcel, podemos esperar cualquier cosa de ellos", afirmaba. "Tengo miedo". (I)