Uno de los principales asesores del papa Francisco reconoció el miércoles en el marco de una investigación australiana que debió haber hecho más para asegurarse que un clérigo condenado por pedofilia no continuara abusando de niños.

El cardenal australiano George Pell dijo esta semana a la Real Comisión de Respuesta Institucional al Abuso Sexual Infantil que como sacerdote adjunto en la ciudad australiana de Ballarat en la década de 1970 él escuchó rumores de que el maestro Edward Dowlan de la escuela local de Hermanos Cristianos podía estar involucrado en "actividad de pedofilia".

Pell testificó que manifestó sus preocupaciones ante el capellán de la Universidad de San Patricio, quien le respondió que la orden Hermanos Cristianos "estaba atendiendo" las acusaciones. Dowlan fue removido más tarde de la escuela.

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Pell, ahora el principal asesor financiero del papa, dijo el miércoles a los investigadores que debió haberse "asegurado que el asunto fuera manejado adecuadamente".

"Yo diría que a la luz de lo que sé ahora... reconocería que debí haber hecho más", declaró Pell a los investigadores en Sydney vía videoconferencia desde un hotel de Roma.

"Lamento no haber hecho más en esa etapa", agregó.

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La comisión real —la cual es la forma de pesquisa más elevada en Australia— está investigando cómo manejó Pell las acusaciones de abuso cuando era sacerdote, educador y asesor del obispo de Ballarat, así como la manera en que la arquidiócesis de Melbourne respondió a las acusaciones de abuso, incluido el tiempo en que Pell fue un obispo auxiliar en Melbourne.

Pell ha negado reiteradamente las acusaciones de que no tomó en cuenta las advertencias de que Dowlan estaba abusando de estudiantes. Éste fue sentenciado a seis años de prisión el año pasado por abusar de 20 niños.

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El cardenal dijo a los investigadores que él no creía que fuera adecuado reubicar a clérigos pedófilos suspendidos y permitirles continuar abusando de niños diferentes.

"No creo eso ahora y no lo creía entonces. Asumí por completo que los hermanos... manejarían adecuadamente el asunto", declaró Pell.

"No sabía entonces de los malos antecedentes de ellos, de lo cual me enteré después, al atender tales cosas. Supuse que cuando lo reubicaron también se encargarían de que recibiera alguna ayuda apropiada", agregó.

El miércoles fue el tercer día de testimonios del clérigo de 74 años en la investigación, la cual está indagando décadas de abuso sexual dentro de iglesias y diversas instituciones más.

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Dos decenas de víctimas australianas de abuso y sus acompañantes viajaron desde varias partes del mundo para observar el testimonio de Pell en la sala de conferencias de un hotel, una significativa demostración de rendición de cuentas en la larga saga de abusos por parte de la Iglesia.

Una de esas víctimas, David Ridsdale, dijo que Pell nunca había concedido antes que debió haber hecho más para evitar el abuso en Ballarat.

Las víctimas anunciaron el miércoles que solicitaron una reunión con el papa Francisco antes de que regresen a Australia el viernes. (I)