La expareja del presidente Evo Morales enfrenta cargos de enriquecimiento ilícito y de otro tipo, un día después de que fue aprehendida tras denuncias de que supuestamente la empresa china en la que ocupaba un alto cargo se favoreció con contratos de 500 millones de dólares.

Gabriela Zapata Montaño, de 29 años, está siendo imputada junto con otros dos exfuncionarios del Ministerio de la Presidencia por legitimación de ganancias ilícitas, enriquecimiento ilícito y uso indebido de influencias, informó ayer el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, en rueda de prensa.

Zapata fue arrestada sin una orden de la fiscalía el pasado viernes. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, explicó que se hizo la detención por “riesgo de fuga”. Hasta la semana pasada, Zapata era gerenta comercial de la empresa china CAMCE.

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“La denuncia la hizo el Ministerio de Transparencia... hay un informe de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) sobre movimientos bancarios. Tenemos una carta que ella ha enviado a nombre del gobierno”, explicó Guerrero. “Hay elementos que ella (Zapata) es la autora de estos hechos”, agregó.

La tía de Zapata, Pilar Guzmán, dijo a la televisora ATB que su sobrina y Morales tienen un hijo que se llama Ernesto Fidel, el cual no murió como aseguró el mandatario.

“Mi sobrina pronto dará más información. Ella quiere hablar”, agregó. (I)