Para Hernán Rodas, párroco de Paute, el que existan 10 emprendimientos que marcan la identidad de la población de este cantón nororiental en el Azuay, no es casualidad.

“Existen estudios de que en Pirincay (Paute) había un grupo humano que transitaba desde el oriente hasta Cuenca-Balao, en la Costa, para comercializar artesanías con Perú y Colombia por el callejón del río Paute y se encontraron vestigios de la producción local. Durante la Colonia fueron manos de este sector los que crearon puertas y ventanas de los castillos; y todo lo que se generaba en los hogares de los nativos permanece hoy en la cotidianidad”, dijo el pasado jueves el sacerdote en la inauguración de la I Feria de Emprendedores y Artesanos de este cantón.

Manuel Zhunio, un carpintero con 42 años de trabajo, participa en la cita. Él aprendió a pintar la madera con lacas, pegamentos y tinturas naturales.

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“Con los años la competencia nos obligó a realizar trabajos con materias químicas, que agilitaban las obras, pero ahora volvemos a los primeros pasos porque la gente prefiere lo natural y aprecia más lo artesanal y no lo de fábrica”, dijo Zhunio, mientras señalaba una caja para bolsas de té con la figura de un búho calada en la tapa.

Flavio Méndez es un artesano de 45 años, su técnica es diferente, utiliza los rechazos de madera de los bosques de pino y los convierte en mesas de comedor, mecedoras, marcos para espejos, sillas, mesas pequeñas con diversas formas. (I)