Desde una pequeña ventana que da al río Bulubulu, Marcia Aristega, que hasta ayer habitaba en el sector de El Muro, de la parroquia Manuel J. Calle, en La Troncal, provincia de Cañar, narró cómo la fuerza del agua se llevó el árbol de guayabo que se encontraba en la parte de atrás de su vivienda.

Ella estaba en casa con tres de sus cuatro hijas y tras la caída del árbol cogió a las menores y salió de la vivienda. “Fue un tremendo susto”, expresó.

Desde la noche del jueves, una fuerte lluvia cayó en la zona generando que el nivel del Bulubulu subiera y que este socavara el muro de contención sobre el que están ubicadas unas 40 viviendas, de caña y de madera. Ayer, doce familias fueron trasladadas a la escuela Juan Montalvo de esta parroquia, donde permanecerán albergadas hasta que tengan un nuevo lugar donde reubicarse.

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Varias de las casas quedaron hasta un metro en el aire y en algunos sitios se cayeron los árboles. Personal del Cuerpo de Bomberos, de la junta parroquial de Manuel J. Calle y del Municipio de La Troncal, con una ambulancia y una camioneta sacaron los enseres de las doce familias para llevarlos al albergue destinado.

Luis Moreno, presidente de la junta parroquial de Manuel J. Calle, señaló que la zona donde se encuentran las casas es una zona de riesgo porque están al pie del río. Según él, las familias estarían ahí ilegalmente.

Añadió que se declaró la emergencia porque los damnificados no podrán volver a habitar esas casas. Las familias que aún quedan en el lugar, asentadas más lejos del afluente, también deberán retirarse. Para ello, agregó Moreno, se estudiará un plan de ayuda.

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“Las familias han hecho sus casas a la orilla del río. No podemos permitir que ellos estén ahí, hay que desalojarlos por la seguridad de ellos mismos”, dijo Francisco Jachero, de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de La Troncal.

“Nos sorprendió por completo (lo ocurrido) porque siempre ha habido lluvias, pero no como ha sucedido ahora, que se han caído los árboles o que las casas están en peligro (...). Necesitamos la ayuda de todas las autoridades”, manifestó Marlys Pino, moradora del sector.

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Personal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) llegó ayer al albergue para levantar información sobre las personas afectadas y proporcionarles ayuda.

El 21 de abril de 2015 se inauguró el Control de Inundaciones Bulubulu, que tuvo un costo de al menos $ 57 millones, según las autoridades.

“Con la capacidad de manejo hídrico de estos dos proyectos, Cañar y Naranjal, sumada a la del proyecto Bulubulu (...), completamos una obra integral indispensable para el control de inundaciones en la cuenca baja del río Guayas. Entre los tres proyectos protegemos un total de 131.000 hectáreas”, dijo el pasado 11 de enero el presidente Rafael Correa en la inauguración del Naranjal-Cañar. (I)

 

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