Los trabajos de reconstrucción de las avenidas Nicasio Safadi, en la ciudadela Atarazana; Francisco Rizzo, en los Samanes; y Juan Tanca Marengo, en la zona de la Universidad de Guayaquil, han demandado la intervención de 119 árboles, desde octubre hasta la fecha.

En la primera arteria, el Municipio retiró 44 especies de samanes, mangos, entre otros, para replantarlos en el Parque Metropolitano de Guayaquil, en el norte de la ciudad.

Las raíces, explicó el Cabildo, habían levantado parte de la calzada de la Nicasio Safadi, afectando el paso vehicular.

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El proceso tuvo reparos. Habitantes y activistas protestaron exigiendo al Municipio que no afecten aquellos “pulmones” de la Atarazana.

El Cabildo, luego de podarlos, los llevó al nuevo punto y en la Nicasio Safadi colocó un letrero con esta frase: “Estos árboles por razones técnicas han sido podados para ser trasplantados en el Parque Metropolitano de Guayaquil”.

David Hidalgo, activista que reclamó por el retiro de las especies, comenta que buscan la elaboración de una ordenanza que establezca una política urbana de conservación, que los árboles, dijo, sean incorporados al diseño urbano para priorizar su preservación in situ.

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Él señala que esperan integrar una mesa técnica para trabajar en la norma.

En los Samanes, el Municipio desistió del retiro de 66 árboles plantados en la avenida Francisco Rizzo, donde también la población exigió que no se los afecte. Allí las raíces causaron desniveles en la calzada, como ocurrió en la Atarazana.

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Abel Pesantes, director municipal de Áreas Verdes, subraya que los estudios técnicos determinaron que las raíces principales de los árboles no eran superficiales y por ello pudieron dejar en el sitio 66 especies, entre samanes, ceibos y otros.

Allí se construyen muros subterráneos verticales para que las raíces se encaucen en lo profundo, no a los costados.

El lunes pasado, en la Francisco Rizzo, contratistas debieron cortar raíces de algunos árboles para colocar los moldes metálicos del muro. La labor fue seguida por un técnico del Ministerio del Ambiente que preparaba un informe.

La decisión de dejar las especies fue bien recibida por Carlos Alcívar, habitante de los Samanes, quien mostró sorpresa por la técnica del muro.

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En la avenida Juan Tanca Marengo, en tanto, la Dirección municipal de Áreas Verdes extrajo nueve árboles, relativamente medianos, para habilitar una oreja vial hacia la calle Rosa Campuzano.

El alcalde Jaime Nebot ha defendido su política ambiental. Indicó que al inicio de su gestión en el 2000 había medio metro de áreas verdes por habitantes y que hoy la cifra alcanza los 9 metros, “que es la meta del milenio”. (I)

Atarazana
Av. Nicasio Safadi

Traslado al parque
Los colectivos que expusieron sus reparos en el proceso de la Atarazana esperan que se concrete una visita al Parque Metropolitano para constatar el estado de los árboles.