La "vergonzosa" respuesta de los países europeos a la llegada masiva de refugiados y sus abusos para evitar atentados minan su histórica posición de faro de los derechos humanos, denunció este miércoles Amnistía Internacional (AI).

La organización de defensa de los derechos humanos con sede en Londres, más acostumbrada a denunciar a las dictaduras, cargó contra la vieja Europa en su informe anual.

"Esta Europa, que es el bloque más rico del mundo, no es capaz de velar por los derechos básicos de algunas de las gentes más perseguidas del mundo, es vergonzoso", dijo el secretario general de la organización, Salil Shetty.

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Shetty reclamó la apertura de rutas seguras para que los refugiados viajen a Europa y que los casos de quienes llegan sean examinados individualmente, en vez de aplicarles un "castigo colectivo".

"La mayoría de los países, con la honrosa excepción quizás de Alemania, han decidido simplemente que la protección de sus fronteras es más importante que la protección de los refugiados", estimó el director de AI en Europa, John Dalhuisen.

AI expresó su inquietud también por algunas de las leyes antiterroristas aprobadas en toda Europa, en particular las relacionadas con el estado de emergencia decretado en Francia tras los atentados de noviembre en París, que se saldaron con la muerte de 130 personas.

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Estas medidas permiten al ministro de Interior francés colocar bajo arresto domiciliario a cualquier persona cuya conducta sea "una amenaza a la seguridad y el orden públicos", así como registrar domicilios a cualquier hora, todo ello sin necesidad de una orden judicial.

"Se trata de un freno a la libertad de expresión, se trata de un freno a la libertad de movimiento", dijo Shetty.

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"Todo el mundo entiende que el gobierno francés tiene que responder a esta realidad. Pero un gobierno que ha liderado históricamente los derechos humanos no puede tomar atajos".

En términos más generales, la organización advirtió que el sistema internacional que protege los derechos humanos está en peligro.

Muchos gobiernos recurren a su derecho a veto para reducir el impacto de la protección otorgada por las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional y otros mecanismos de derechos regionales.

"El conflicto sirio es un ejemplo horrible de las catastróficas consecuencias humanas de una falla sistémica de la ONU para cumplir con su papel fundamental en la defensa de los derechos y del derecho internacional y garantizar la rendición de cuentas", dijo.

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Para Shetty, "el sistema que ha sido cuidadosamente construido durante más de 70 años para proteger los derechos humanos ahora necesita ser protegido de un ataque al por mayor". (I)