Un escándalo por supuesto tráfico de influencias y las seis muertes de funcionarios municipales en una protesta en El Alto han generado un clima de zozobra en el que los bolivianos se aprestan a votar hoy en un referendo sobre una enmienda constitucional que permitiría la reelección de Evo Morales.

Hasta hace dos semanas las encuestas anticipaban una ajustada pugna entre el Sí y el No a la reelección. Aquello, antes de que Morales admitiera en televisión que habría tenido una relación en 2007 con Gabriela Zapata, quien en 2013 asumió la gerencia comercial de una empresa china a la que el Gobierno boliviano le adjudicó obras por casi 500 millones de dólares.

Según Morales, con Zapata tuvo un hijo, al que llamó Ernesto Fidel, quien murió días después. Luego de aquello, afirmó el mandatario, no tuvo más contacto con su expareja.

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Y aunque Morales negó el tráfico de influencias, el caso sembró dudas en el electorado, ya que fue la primera denuncia que involucra directamente al mandatario, que días atrás aseguró respetar la decisión que tome hoy el pueblo.

Se cree que Morales también ayudó a Zapata, de 28 años, a ser contratada en la firma y en el cargo en el que se desempeña. De ella se desconoce su historial profesional, según la prensa boliviana.

“Vamos a respetar los resultados de las elecciones (...) yo solo quiero saber si la gente me quiere o no me quiere”, dijo Morales en un acto público en la región oriental de Santa Cruz, tras los disturbios del miércoles último en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, donde murieron asfixiados seis municipales cuando una turba incendió el edificio.

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La alcaldesa opositora de esa localidad vinculó los actos con el oficialismo, ya que dijo que los protestantes saquearon y quemaron documentos que comprometía en casos de corrupción a miembros del Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales, que administraron esa municipalidad hasta hace un año.

Ese día también se cuestionó a la Policía, bajo la tutela del Gobierno, por intervenir tarde en dicha protesta.

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Por estos hechos, los recientes sondeos le daban al No un 47% y al Sí, un 27%. (I)