Jorge Andrés Banchón Macías, de 30 años, la noche del pasado martes le había manifestado a Antonio Mejía, uno de sus mejores amigos, el deseo de bañarse en el estero Salado, pese a que nunca lo había hecho.

Mejía, con quien esa noche conversaba en el parque lineal de la isla Trinitaria, cooperativa Fuerza de los Pobres, en el sur de Guayaquil, dijo que enseguida lo persuadió y le propuso esperar al siguiente día para acudir a una piscina. “Le dije que esa agua (del Estero) no me gusta, porque es salada...”.

Y así fue. Se reunieron tres hombres y dos mujeres, el mismo grupo que siempre solía departir, y acudieron hasta una piscina ubicada en el sector de Trinipuerto. No obstante, relató Mejía, en el sitio no habrían querido atenderlos, por lo que la idea de Banchón de bañarse en el estero seguía latente.

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A eso de las 16:00, acudieron otra vez al parque lineal y observaron a otros jóvenes bañarse en el estero, por lo que los tres hombres decidieron nadar hasta una boya de seguridad. Sin embargo, Banchón solo llegó hasta la mitad del camino.

“Yo también me tiré para acompañarlo, porque siempre andaba con él; entonces él quería cruzar (nadar) a donde está la guía (boya) y cuando yo ya venía regresando –no sé si le dio calambres o qué le pasó– comenzó a gritar auxilio, yo le grite a mis otros amigos que estaban más cerca, pero cuando llegaron ya se había hundido...”, indicó Mejía.

Luis Montoya es otro de los amigos con los que Banchón se lanzó. Él presume que la víctima se cansó en el trayecto y que se le dificultó mantenerse a flote. Aseguró que intentaron ir en su rescate, pero fue imposible.

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Inmediatamente, le comunicaron la tragedia a la Policía, cuyos buzos de las unidades especiales lo buscaron hasta cerca de las 22:30 del mismo día, pero sin resultados positivos.

María Macías, madre de la víctima, contó que se sorprendió cuando un policía llegó a su vivienda, ubicada en la cooperativa Polo Sur, para comunicarle lo ocurrido.

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No lo podía creer. Aun cuando, dijo Macías, sabía que no era costumbre de su hijo bañarse en el estero Salado. “Pensé que lo habían cogido preso, nunca me imaginé que mi hijo estuviera muerto”.

Ayer, a las 10:00, justo cuando iban a reanudarse las labores de búsqueda, el cuerpo de Jorge Banchón flotó. Decenas de moradores del sector se volcaron a la orilla del estero. Entre ellos los deudos, quienes lloraban desconsolados. (I)

Víctima
Tragedia

Camarógrafo
Familiares de Jorge Banchón Macías indicaron que este se desempeñaba como camarógrafo, pero que actualmente estaba desempleado y a la espera de entrevistas de trabajo.

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Necropsia
Luego de que fue retirado del agua, el cuerpo de Banchón fue trasladado hasta la la morgue de la Policía para la respectiva autopsia.